Nuevas tendencias y modificaciones Sustanciales en los géneros cinematográficos

Por  DANIEL LIEV

A partir de los inicios de la década del ochenta, el cine de origen americano (entiéndase estadounidense) en su tendencia por facilitar los trabajos de una industria que atravesaba serias dificultades financieras, y la incorporación masiva de la computación en distintas áreas técnicas de la misma y la previsible invasión hacia los planos artísticos, da origen a la estandarización de films que se producen en forma seriada y con elementos básicos que no cambian jamás, conformando verdaderos moldes “prefabricados” dentro de dos géneros a los cuales son muy afectos, el policial y la comedia.
Analicemos caso por caso y veamos su influencia posterior en el resto de las escuelas cinematográficas del mundo.

El género policial que en las décadas del cuarenta, el cincuenta y los inicios del sesenta estuviera sujeto, al igual que el resto de la producción a las reglas del código Hayes (una estricta censura solapada), inicia su despegue cargando las tintas en la violencia, siendo éste prácticamente el material básico de sus films. Tanto física como el uso de la violencia psicológica fue una constante en las numerosas películas americanas de los sesenta, con un incipiente muestreo de erotismo, que iba a denotar una ola creciente de “carga erótica” como elemento cuasi-básico en la filmografía actual. Ese erotismo clásico de los setenta estaba dado más por violencia sexual que por creación de climas que lindan con la perversión o el simple recurso de la atracción física. Existe un desplazamiento del elemento en sí. Lo que ha evolucionado es la sexualidad y el erotismo en sus modalidades, más una profundización psicóanalitica-onírica en base a experiencias personales, han impuesto la modalidad de un policial con romance, alta tensión erótica donde el Tánatos es sublimado a través de algún asesinato que nada tiene que ver con el Eros que se refleja en primer plano, una secuencia breve de uno a cuatro asesinatos y la resolución del caso. Es casi un modelo impuesto. Se respira cierto aire de deshumanización en la mayoría de las cintas. Tomemos como ejemplo las últimas novedades: “ARMA MORTAL II”, “BLACK RAIN”, “PROHIBIDA OBSESION” que se distingue en su calidad por escaparle a esos cánones mostrando las flaquezas de la debilidad humana del protagonista.

Todas las producciones actuales presentan y respetan al máximo este esquema, agregando la resolución de los casos por computadora a veces.
La comedia involucionó hacia las monerías del adolescente medio, que juega con computadoras, desata su furia o apetito sexual en forma salvaje y veloz como si la rapidez fuese símbolo de placer o simplemente transformados en verdaderas máquinas que incrementan efectividad sin dejarle espacio o resquicio alguno al sentimiento, la patota y la marginalidad de los punks, los heavy, y otros grupos son tomados como una simple moda sin filosofía consistente que los identifique.
El materialismo es la clave, el humor de grueso calibre, la crítica mordaz son básicas en la producción del primer lustro de los ochenta.
A partir del ochenta y siete se nota un intento por reforzar el esquema cediéndole terreno al amor como tema central, con una argumentación simple, algo de picardía, mucha música disco en sus múltiples variantes (tecno soft, light, afro-rithyms, salsa, disco, etc.) y el clásico ritmo vertiginoso que lo identifica.
Pero el mundo está cambiando y se está notando una conjunción de elementos que transforman los géneros abriendo sus concepciones cerradas con reglas propias y fijas; esa es la modalidad, la tendencia que vislumbra en los noventa. Y aquí entra el fenómeno Almodovar en acción. De España con una gama variada de géneros e importantes manifestaciones en cada uno de ellos, este joven hispano logra popularidad y fama de rebelde, iconoclasta, por delimitar la deconstrucción de géneros que se venía insinuando al ir probando elementos nuevos para reforzar los esquemas tradicionales. El mezcla todo: comedia, suspenso, crítica social, sátira mordaz, humor bufo, melodrama y folletín sin entregar algo definido y con un mensaje abstracto como inconsistente un verdadero híbrido con ritmo norteamericano, porque Almodovar es un excelente artesano, pero no un artista y aparentemente es quien mejor representa al post-modernismo en cine (Esa verdadera tecnificación del arte sin contenido que nos abre un verdadero abismo existencial). Por eso se lo elogia, se lo ama, se lo odia y se lo alaba, porque es el ejemplo más acabado de nuestra crisis cultural de fines de siglo.
Él toma como ejemplo el cine que acabamos de analizar, los vicios de la TV, las novelas baratas, lo sazona con bastante picante y lo entrega envasado listo para comer sin degustar y allí está el secreto, el buen cine se degusta, el cine prefabricado y populariza do a través de las técnicas de video no bucea, sólo nos muestra nuestra imagen superficial. Se ha descartado el simbolismo, el surrealismo, el expresionismo no como escuelas, sino como elementos narrativos que auxilien en la exploración del ser humano, pero hoy el espejo está hueco…

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