Poesía Italiana de hoy Pasquale Maffeo

Nota introductoria, selección y versiones de Julio Bepré

Con una dimensión casi mística y con imágenes intencionadamente indefinidas, este autor se afana en una firme adhesión a la vida “hecha de “fraterno abandono”, sobre el cual se eleva para iluminar l´ora del pianto”, conforme así lo señala Luigi Fusco (*).
La opción del poeta es retraer aquella feliz condición de un tiempo remoto, y proyectarla más allá del simple entorno humano. Hay un marcado movimiento en el espacio que va de lo abstracto a lo concreto, de lo interno a lo periférico, del intimismo sugerente a la furia de la realidad circundante. La sustantivación empleada por este poeta es el medio al que acude para la reintegración de la memoria, de aquel vivir que determina el sentido concreto al tú inicial.
Pasquale Maffeo nació en Capaccio en 1933. Poeta y narrador de difícil ubicación, apartado hasta semejar un outsider, pero en realidad con una personalidad acabadamente inserta en nuestro tiempo, ha desarrollado inquietudes, pasiones y tensiones morales dentro de un profundo registro estilístico. Ha publicado una quincena de libros, entre los cuales se destacan “Straniero alla finestra” (poesía, 1978), “L´angelo bizantino” (novela, 1978), “Lunario dei lazzari” (relatos, 1982), la biografía “Salvator Rosa com ‘era” (1975), el conjunto de ensayos “L ‘occhio del giullare” (1981), “Fabulario” (poesía, 1980) y sus óptimas versiones al italiano de Keats, Collins, Blake, Dickens, Ch. Rossetti, etc. Escribe también teatro y fue candidato al premio “Strega” en 1979.
Maffeo trasunta una lírica de clásica atmósfera que no es llano apego a un trasfondo retórico, sino la resultante de una maceración estilística largamente buscada a través de la frecuentación constante de la poesía contemporánea. Nos encontramos, pues, ante un poeta de riquísimas implicancias, receptor – circunstancia destacable- de aquel invalorable simbolismo montaliano presente en el juego psicológico de la ausencia-presencia de la mujer, y acogedor también de ciertos recursos utilizados por Mario Luzi.
Vincenzo Rossi resume el valor poético de la obra de Maffeo al afirmar que ella se descubre y entrega, con renovado vigor y frescura, a consideraciones cósmicas y a dimensiones de eternidad.

(*) Evocazione e metafora nella lirica di Maffeo. (Quaderni di arte presente, Caserta, 1984)

 

ÁRBOLES

SIEMPRE de frente al mar en las dunas
encontrarás árboles curvados a una pena
que humanamente se repliega en ti.

Los golpea el soplo del océano
impiadoso, rabia de las mareas.

Son pinos; saludos de gaviotas.
Alzan sobre sus troncos
el grito de la cabellera lacerada.

 

RAMA Y HOJAS

HABLARTE aquí una noche en la ventana
de un pueblo de mar: casi duele
vencer la vileza de las palabras.

Poco dijimos de nosotros y de la vida.
Yo sé el engaño que no sabes
-muchacho-, la lisonja que te corroe.
Afloja el tiempo los fuertes nudos
como el otoño la maraña en la cerca.

Los años rompen tu suerte,
otras calles te pierden-otras puertas.

Estamos en la tempestad rama y hojas.
Impiadoso es el aullido, hijo mío.

 

COMPAÑEROS MÍOS

PARTIMOS cuando la luz
era de invierno en las marinas.

Anduvimos por suertes separadas
fortalecidos en la rabia
de los temporales; el ojo
levantamos, la mano en las melenas
……………….y el saludo
de marzo a los brezales.

No contarnos las mordeduras
de la escarcha en el camino,
las floraciones del manzano.

Este curso que perdura
narra -compañeros míos-
vuestra ventura y la mía.

 

NADA MUERE

AL fuego la pena se adelgaza:
sobre el borde, el hilo que te sostiene.

Con ojos secos el fondo avistas
de la trama, la veta que en el puerto
labra nudos en el ancla.

Intacta va en el viento la cometa,
Una voz quieta, otra luz
te sorprende en la frontera
de despojados árboles y astillas.

Pasa una vela y canta: nada muere
donde un tiempo la muerto ha cercenado.

 

MAÑANA

TE rozará en el suelo matutino
un beso apenas. A otro cielo
llevará -chiquillo- el sonido de tu nombre.

Es viaje tu fábula en el tiempo,
no sabes cuán impiadoso.

Vuelva a los años en el viento oloroso
un rostro que amaste; en ti quede
este andar hacia la noche que nos pierde
por los prados -la mano en la mano.

 

DESEMBOCADURA

COMO un río fragmentado
por la llanura, la luz se desgasta
en perdidos arroyuelos

– no importa qué tierra
qué destrucción-

………………… van
desmemoriados los años
a morir en el viento-
en el claro de una desembocadura.

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