Adrián Otero: la tercera ¿es la vencida?

Nota y Fotografía: Daniel Horacio Grad

 

Adrián Otero es parte fundamental de una de las bandas de blues más importantes de Argentina: “Memphis, la blusera”. A fines del año pasado presentaron su disco más reciente: “El acústico”. El compacto fue grabado durante 1999. En su mayoría es resultado de un recital en vivo en “La Trastienda” y tiene tres pistas grabadas en vivo pero en el “Estadio Obras Sanitarias”.
“Memphis, la blusera” fue convocada el jueves 27 de enero de 2000 para el ciclo “Argentina en Vivo” lo que dio ocasión para el encuentro.

G.A: Te pido que te presentes.
A.O.: Soy Adrián Otero, cantante de “Memphis, la blusera”, autor de las letras, padre de familia, argentino, hincha de Vélez.

G.A.: Decías que sos autor de las letras. ¿Es difícil ser autor de las letras de blues?
A.O.: Para mí no.

G.A.: ¿Qué tiene que tener una letras de blues para vos?.
A.O.: Lo que yo le pongo: sentimiento.

G.A.: La letra de blues tiene que ser algo “sencillo” o puede ser más “complicado”.
A.O.: Puede ser complicada o puede ser sencilla. Todo es difícil de hacer.

G.A.: ¿El blues es hoy una canción de protesta?
A.O.: No. Es una alegría el blues también. Es para quejarse y para protestar. También para divertirse y bailar.

G.A.: Y cuando se mete con la protesta ¿por qué?.
A.O.: Porque uno está enojado. Nada más que por eso. Para hacer catarsis, para ahorrar en psicoanalista.

En este momento, a Adrián Otero lo saluda la Secretaria de Cultura, Adrián se excusa, entonces retomamos desde allí.

G.A.: Algo más sobre Cultura, sobre lo que es “oficial”.
A.O.: Nosotros tocamos bajo contrato. En este caso nos contrató el Gobierno para hacer este evento y venimos y tocamos. Si nos contrata un empresario es lo mismo.

G.A.: La pregunta es entonces sobre tu idea sobre los recitales gratuitos.
A.O.: Me encanta porque hay gente que no tiene medios para ir a los recitales pagos. A mí me parece que es útil. Hay gente que los hace, gente que no. A nosotros nos gusta esto de tocar para todo el mundo.

G.A.: La pregunta venía también porque algunos músicos preferirían que la situación económica estuviera bien como para que todos pudieran pagar su entrada.
A.O.: Eso es lo que todos deseamos. Cuando no se puede, hay que hacer los que se puede. Lógico que todos queremos estar bien. Que hoy no se haya armado “quilombo”, que la gente haya estado pacífica y divertida es un logro, un paso adelante. Por los medios pedía que tuvieran un nivel no como el de Estocolmo pero que tuvieran un nivel Génova. (Adrián se ríe).

G.A: ¿Tenías miedo de que pudiera pasar algo?
A.O.: Uno siempre tiene reparos. Cuando se junta mucha gente hay tetra-brick en el medio. Hoy estaba todo bien, divertido. Viste que la gente de Cultura estaba muy contenta.

G.A.: Cuando presentaron “El acústico” también hablaste sobre los medios. ¿Cómo ves hoy a los medios?.
A.O.: No leo mucho los diarios. Todo este verano me fui a vivir a una quinta, así que no veo televisión ni leo diarios. Juego al fútbol todo el día y estoy en la pileta.

G.A.: Por entonces te quejabas de la postura de algunos medios.
A.O.: No de algunos medios sino, mas bien, de algunos músicos… aunque sí: también de algunos medios.

G.A.: Un poco más.
A.O.: No. Ya me quejé, ya se me pasó. Estoy contento, termino de cantar, estoy cansado y no tengo ganas de quejarme.

G.A.: 21 años de “Memphis, la blusera” y ¿cómo ves hoy todo este tiempo?.
A.O.: Han pasado tantas cosas en 21 años que no te las podría contar en un grabador tan chiquito.

G.A.: Algo para destacar de esos 21 años.
A.O.: El presente. El presente me encuentra en buen estado de salud y con muchas ganas de seguir adelante.

G.A.: 21 años en el país: ¿cómo viste los cambios?.
A.O.: Como todos: sufriendo y disfrutando. Como todo. No tengo mucho para agregar a los que vivieron el resto de mis conciudadanos.

G.A.: Hay una letra que es la de un “Blues obrero”. ¿ Cómo ves a los obreros hoy?.
A.O.: La clase trabajadora está en estado bastante deplorable pero, aún en la pobreza, se encuentran momentos de ternura y de querer salir adelante.

G.A.: En la tapa del acústico hay algo que habla del champagne para todos y en este presente de este país…
A.O.: No dice champagne, dice champán.

G.A.: Corrijo: dice champán. Entonces en este presente de este país donde se asociaba todo con el champán y la pizza, con la desigualdad. ¿Cómo lo ves?.
A.O.: A mí me gustaría que todo el mundo tomara champán y que comiera pizza y asado y los vegetarianos que comieran lechuga. Champán para todos y que siga la fiesta. Es una expresión. No hay que buscarle significados o una connotación que no tiene. Es un deseo, nada más. Te podría decir otra cosa pero se me ocurrió escribir eso.

G.A.: No es que busque otra connotación. Lo asocio para ir de vuelta…
A.O.: Si lo asociás al gobierno que pasó… yo no tomo hace 5 años y si es por eso… digo champán y siempre tomo agua o gaseosa, no tomo más alcohol. Es lo mismo.

G.A.: Me llevás a una pregunta casi de siempre: el músico y el alcohol, el músico y las drogas, ¿cómo lo ves?.
A.O.: Siempre le recomiendo a los chicos que no se droguen, nada más. La droga no lleva a nadie a ser genial ni nada. Es muy fácil entrar y es muy difícil salir. Entonces: ¿para qué?.

G.A.: Hablás mucho de los chicos y quizás ¿es lo que más te llama la atención, hacia quienes más te dirigís?.
A.O.: No. Me dirijo a todo el mundo. Ser chico es un accidente cronológico que pasa rápidamente… ahora no quiero hablar más.

G.A.: Para cerrar: un texto, un poema, alguna letra que te acuerdes.
A.O.: Ser una banda de blues es entregar el alma a un mismo sentimiento compartido. Es descorchar una botella de sueños y al beberla darse cuenta de que la realidad en realidad es un misterio.

Discos : algo de lo nuevo

* Nelson Fistolera es cantautor. Nos acompañó meses atrás (en ocasión de presentar un número de “Generación Abierta” en la Carpa Blanca). Es un músico comprometido con la reslidad que nos toca vivir y, dentro de esta realidad poco favorable para llevar adelante emprendimientos culturales, llegó a editar -de manera independiente- un disco. El trabajo se titula “Amo lo que ya fue” y ése es justamente el título del primer tema del compacto. La letra de “Amo lo que ya fue” dice:

“Amo el quechua y el guaraní, amo caminar por ahí, / amo tu sonrisa en el sol, tus ojazos dulces de amor, / el mar y el ferrocarril.
amo el fulbito amateur y sin prótesis la mujer, / amo el pasto, la rebelión y al viejito del bandoneón / que toca en el subte B.
Amo los perros raza perro y las auroras, / amo los guisos de entrecasa y las palomas. /Amo ese blanco mantel, las vías del tren, / amo ver llover, ver agua correr…
Amo lo que ya fue, lo pasado de moda, / las esperanzas de amor, las noches de boda, / amo el crocante del pan, lo dulce y la sal, / lo que no se puede vender ni comprar.
Amo el verso, el rezo y la luz, amo en la montaña a Jesús, / amo las guitarras del rock cuando gritan sin distorsión / con la negra pena de un blues.
Amo Ser y no Parecer, amo lo que va a envejecer, / voy detrás de mi corazón, si lo pierdo en la maratón / sé que nunca lo alcanzaré”.

Nelson Fistolera le canta a la entrega sin medida de las maestras, a los desaparecidos duranre la última dictadura argentina, a la convertibilidad, a los “inadaptados de siempre”, a los padres solteros, a Lugano -su barrio-.

Para conseguir el disco, comunicarse al 4-638/2091 o escribir al correo electrónico: nelsonfisto@yahoo.com

 

* El Centro Cultural Rector Ricardo Rojas (dependiente de la Universidad de Buenos Aires) cumplió 15 años de vida y una forma de festejarlo fue con música. Dentro de la serie “Mapa musical de la Argentina” editaron el trabajo titulado “La montaña va a la escuela” donde aparece nuevamente Leda Valladares (como en ocasiones anteriores) mostrando lo más profundo de nuestras raíces folclóricas. Ella es la que dice en un fragmento de la carátula de este disco: “Frente a tanta riqueza no sentimos desnutridos y como expulsados del paraíso. Pero su atracción es invencible y ya somos fieles servidores para recibir su herencia y poder irradiar su carga solar, su maravillosa plenitud. Una baguala escuchada en su paisaje, una vidala de rancho en la lejanía, desata nuestro fuego y reajusta el universo”. (Colección Discos del Rojas – Editado por Melopea-).

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