“El momento más oscuro de la noche es antes del amanecer”, por Héctor Dithurbide.

Hola Facundo, mi nombre es Enrique Giroux, soy pedagogo y he leído atentamente la carta que publicaste en faceboock, se te nota angustiado, algo deprimido y muy disconforme con tu situación actual en la escuela. Antes que nada, quiero transmitirte que a pesar de haber repetido, estás en el lugar correcto conforme a tu edad, sucede que como adolescente siempre suele haber  muchas preguntas y muy pocas respuestas.  

Una de las cosas que observo en la lectura de tu carta, es que sos un muy buen compañero y los otros chicos del curso te tienen en alta estima, porque tienes el perfil de un muy buen líder positivo. 

Respecto de lo que piensas de tus maestros en cuanto a que no les gustas, creo que estás equivocado, considero que el problema no pasa por tus maestros sino por tu disconformidad en repetir y por ende tener que volver a escuchar lo mismo otro año más.  

Lo que me parece de tus maestros es que ellos suelen   formar parte de una educación en la que poco importa cómo se puede sentir un alumno, en donde toda su enseñanza se basa en un dogmatismo (afirmaciones) por el cual hay que temer a la duda, siendo ella, en realidad, el inicio de un camino a la libertad.  

Puedo ver que te cuesta memorizar, advierto que no te gusta la teoría; algunos piensan que es una pérdida de tiempo; sin embargo todo pensamiento y toda teoría se comprometen a la proyección y realización de un futuro interminable. Por tanto la teoría, siempre que sea crítica, se convierte en una condición fundamental para la libertad del hombre. 

A pesar de todo no puedo dejar de reconocer la estrecha relación que existe entre teoría y práctica. Durante mucho tiempo grandes pensadores de la educación han reconocido distintas versiones de esta vieja dualidad en la que una propone la exclusión de la otra. 

Dices en tu nota que de seis cartas que enviaste, solamente te equivocaste en tres y que tu tía te ayuda en la redacción de las mismas, está muy bueno que encuentres ayuda en la familia. Al respecto debemos entender que somos parte de una sociedad en donde lo individual y lo social conforman cada vez más una sociedad indivisible. 

Sin embargo para explicar el conflicto entre lo individual y lo social Freud (el padre de la psicología), desarrolla tres elementos:

Primero: desarrolló una estructura que sirvió para estudiar la psicología de la constante lucha entre la vida y la muerte. 

Segundo: estudios sobre psicopatología en la influencia de la familia en la sociedad contemporánea. O sea la familia ofrecía tradicionalmente una esfera de calor y protección mientras que por el otro funcionaba como depósito de represión social. Esta doble función de la familia comenzó a funcionar como un sitio para la reproducción social y cultural. 

Tercero: con los dos elementos anteriores se ideó un marco de referencia para investigar los problemas, psicológicos entre otros, para el cambio social. 

Fijate Facundo todo lo que implica estudiar; en un párrafo de tu carta me comentás que enviás cartas a los agricultores y dueños de granjas sobre negocios de chanchos, papas y vacas para el mercado, y que  tu papá te paga para hacerlo. Ello me indica que no eres malo en matemática, debido a que en esas cartas seguramente hablarás de unidades de peso, por ejemplo y el kilogramo, proporciones, entre otras. ¡Qué bien! 

La enseñanza, dice Paulo Freire, es un acto invasivo y de arbitrariedad. Los autores Bordieu y Passeron, en su libro “La reproducción”, nos hablan de la violencia simbólica que representa esta invasión y arbitrariedad que es la educación, pues ésta representa una Acción Pedagógica.  

Al respecto consideran dos aspectos importantes acerca de lo que te señalé anteriormente de la Acción Pedagógica: 

Primero: La Acción Pedagógica es un tipo de violencia simbólica que representa la acción entre grupos, qué grupos; educadores y educandos, en donde uno tiene supremacía sobre otro; los docentes sobre sus alumnos. 

Es decir, el efecto de dominación de la Acción Pedagógica, reproduce el sistema de arbitrariedad cultural. 

Segundo: La acción Pedagógica representa también una violencia simbólica en la medida en que se da una selección de contenidos que debe ser correlativa en función del año que se esté atravesando. 

 Estos contenidos definen la cultura del grupo al cual vos pertenecés, con tus trece años. 

Al inicio del ciclo lectivo, serás uno más de una larga lista de compañeros.  Conforme continúe el año se comenzarán a tejer las distintas redes de comunicación, entre maestros, profesores y alumnos y ya no serás uno más en la lista; sino que ya tendrás una identidad propia más definida: Facundo.

Respecto de tu último párrafo, en donde dices que tu padre te sacará de la escuela a los quince años, quiero hablarle a tu ansiedad, tratando que tomes conciencia que eres “Sujeto de la Educación”, y que lo que aprendas lo harás en comunidad, es decir con tus compañeros. 

La escuela es el lugar adecuado en el cual se aprenden, no solamente las distintas asignaturas, además es el lugar donde se refuerzan los valores. En la medida que transcurra el tiempo, seguirás acumulando conocimientos, con ellos irás tomando decisiones que  seguramente  serán las mejores y las más convenientes para tu vida; de esta manera podrás ser  cada vez más independiente.                                                                  

Para redondear esta carta Facundo, quiero comentarte que me gusta mucho lo que me hacés saber  respecto de la relación con tu familia. En relación a esto, vos sabés que en el año 2014, el pedagogo Michael Apple estuvo en Buenos Aires y brindó una serie de conferencias para colegas, maestros y profesores. Allí reivindicó justamente el lugar de la familia, en la educación como primera escuela.   

En cuanto a vos, querido Facundo, quedate tranquilo…….pronto amanece.     

Prof. Héctor Dihurbide

*Este trabajo recibió  mención especial en la carrera de  Licenciatura en Educación, de la Universidad de Quilmes sobre: “Monólogo del alumno flojo”, de la asignatura Pedagogía. Se eligió, dentro de otros autores, a Enrique Giroux, uno de los representantes de la teoría crítica. El autor de esta nota, a modo ficcional, toma el rol del pedagogo Enrique Giroux,  a fin de contestarle una carta a un alumno que quería dejar la escuela y consideraba que todo el mundo estaba en su contra.

**Bibliografía utilizada:

-Bordieu y Passeron: “La reproducción” (1970).

-Paulo Freire: “Pedagogía del oprimido” (2006).

-Gabriela Velázquez: “Apuntes de clase virtual” (2016).