Biagia Marniti (1921-2006)

Bio-bibliografía y versión española de los poemas: Martín Andrade

Durante sesenta años, la poeta, crítica y ensayista italiana Biagia Marniti construyó su particular escritura poética a partir de una aparente simplicidad estilística que, a nuestro entender, deriva del vasto conocimiento que la autora poseía de los líricos griegos. Simplicidad, entonces, ligada a una consciente utilización de recursos expresivos de la tradición mediterránea y, por otra parte, a la modernidad, representada en Italia por los exponentes del hermetismo, corriente a la cual ella adscribió y a la que estuvo fuertemente vinculada.
Biagia Marniti nació en Ruvo di Puglia, en 1921. Muy joven se trasladó a Roma donde casi siempre vivió y trabajó, salvo algunos años transcurridos en Sassari (Cerdeña) y Pisa (Toscana), por su profesión de bibliotecaria que finalizó – en el último período de su vida – con el nombramiento para un alto cargo, que ella prestigió, en el Ministerio para los Bienes Culturales y Ambientales.
En la década de los ’40, mientras arreciaba la Segunda Guerra Mundial, Biagia Marniti comenzó a publicar en revistas y diarios sus primeros poemas, cuentos, críticas, artículos y traducciones. Pero fue en 1951 cuando decidió publicar “Nero amore rosso amore”, su primer libro de poesía que obtuvo un notable consenso de la crítica. Lo mismo ocurrió al editarse “Città, creatura viva” en 1956.
La plena confirmación de sus capacidades creativas se verificó en 1957, al publicar su tercer libro de poesía “Più forte è la vita”, con prefacio de Giuseppe Ungaretti.
Entre otros, Biagia Marniti publicó los siguientes libros de poesía: “Giorni del mondo” (1967), “Il cerchio e la parola” (1979), “La ballata del mare e altre poesie” (1984), “Sono terra che uomo ha scavato” (1985), “Un suono cósmico” (1988), “Il gomitolo di cera” (1990), “Piccola sfera” (1992), “Racconto d´amore” (1994), “Davamesc” (1995), con traducción al holandés realizada por Nelleke Morina-Oostveen, la plaqueta “La donna senza volto” (1998), con tiraje numerado y “La azurra distanza” (2000). Una antología poética de la Marniti “Lomeliness two thousand” a cargo de Catherine O’ Brien, fue publicada por la editorial Gradiva Publications, Stony Brook, New York en el mismo año.
Biagia Marniti, original representante de la poesía italiana del siglo XX murió en Roma en el año 2006.

Los poemas que aquí presentamos, pertenecen al libro “La azurra distanza” (“La azul distancia”), Edizioni Empirìa, Roma. Con su estilo esencial, desprovisto de retórica y con la elegante sabiduría de quien debe enfrentarse a la realidad de la vejez, Biagia Marniti nos propone su escritura poética serena y al mismo tiempo atormentada, ante lo ineluctable del final definitivo.

 

IL PIANETA DELL‘UOMO

Terra, mondo che amo
mi appèna abbandonarvi,
mare, purissimo azzurro
potrò ancora scrutarvi
se l‘essenza che in me freme
si librerà un giorno?
Nel volto della luna,
cerco un messagio,
la segreta vertigine della falce,
insidiosamente
fa oscillare il tempo,
ma nulla svela
l‘arcano pendolo del cielo.

 

EL PLANETA DEL HOMBRE

Tierra, mundo que amo
me entristece abandonarlos,
mar, purísimo azul
¿podré todavía escrutarlos
si la esencia que me agita
algún día remontará el vuelo?
En el rostro de la luna,
busco un mensaje,
el secreto vértigo de la guadaña,
engañosamente
hace oscilar al tiempo
pero el misterioso péndulo del cielo
nada revela.

 

PICCOLA SFERA

Se devi andare, guarda.
Osserva il mondo,
va affinandosi come un anello.
Piccola sfera ora s‘ingemma,
solca lo spazio
e si dondola
vanitosamente.

 

PEQUEÑA ESFERA

Si debes partir, mira.
Observa el mundo,
se afina como un anillo.
Pequeña esfera que ahora se adorna,
surca el espacio
y se balancea
vanidosamente.

 

LA SCALA

Volge a termine l‘età
e ancora mi dibatto
senza volgermi indietro,
simile a giovinetta
rincorro ciò che non ebbi o non fecci.
Ma è uno strano scendere
o salire una scala infida.

 

LA ESCALERA

La edad llega a su término
y todavía me resisto
sin volverme hacia atrás,
al igual que una jovencita
recorro aquello que no tuve o no hice.
Pero es un extraño bajar
o subir una escalera peligrosa.

 

ACCARTOCCIARSI

L‘anima affonda.
Se in silenzio grido
al suo accartocciarsi come foglia
l´anima geme senza transformarsi
nell‘orto del Getsemani,
un agguato di tenebre
da cui cerco di districarmi
senza una lacrima.
Angelo o demone
che ti celi
e non so se esisti
aiutami a scandire
i giorni che mi restano,
quercia stormente al verde vento
ulivo dolce
abbarbicato alla terra.
Così l‘anima pallida riaffiorae alle sue foglie,
al suo tabernacolo la rendo.

 

CURVARSE

El alma se hunde
si en silencio grito
a su curvarse como hoja
el alma gime sin respuesta.
La casa parece transformarse
en el huerto de Getsemaní
una emboscada de tinieblas
de la que trato de liberarme
sin una lágrima
Ángel o demonio
que te ocultas y
no sé si existes
ayúdame a cadenciar
los días que me restan,
roble agitado en el verde viento
dulce olivo
enraizado en la tierra.
Con palidez emerge el alma
y sus hojas
devuelvo a su sagrario.

 

L‘AZZURRA DISTANZA

Gigante l‘arcobaleno si solleva.
Sulla pianura una peluria nebbiosa
rossastra, ferma l‘aria bagnata,
le montagne s‘incalzano
sfuggente è la falce di luna.
Dal treno l‘azzurra distanza
è il richiamo di luoghi che
dileguanoe avvolge chi aspetta in silenzio.

 

LA AZUL DISTANCIA

Gigante, el arcoíris se alza.
Sobre la llanura una vellosidad de niebla
rojiza, detiene al aire mojado,
sin tregua, las montañas se persiguen
huidiza es la guadaña de luna.
Desde el tren, la azul distancia
es el llamado de lugares que desaparecen
y envuelve a quien espera en silencio.

 

PIETRA LAVICA

La tristeza mi stringe,
mi deturpa, mi anabissa.
Voglio urlare ma non grido,
pietra lavica divento
e sconvolta come il vento,
rotolo verso un cielo che non ho.

 

PIEDRA DE LAVA

La tristeza me aprieta
me estropea, me hunde.
Quiero gritar pero no lo hago,
me transformo en piedra de lava
y, devastada, como el viento
ruedo hacia un cielo que no poseo

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