30 Bienal de São Paulo

A iminência das poéticas
(La inminencia de las poéticas)

Por la Lic. MIREYA BEATRIZ CASTEX

7 de setiembre al 9 de diciembre 2012

“Las imágenes y las obras no producen sentido solas, sino en la medida en la que se relacionan”

Pabellón Ciccillo Matarazzo- Sede de la bienal – Parque Ibirapuera

 

Fue diseñado por un equipo de arquitectos dirigidos por Oscar Niemeyer y Hélio Uchôa.
En la actualidad está en el 2º lugar como bienal, después de la de Venecia
De acuerdo a los primeros enunciados del equipo curatorial de la 30ª Bienal de San Pablo – conformado por Luis Pérez-Oramas, como curador en jefe, André Severo y Tobi Maier, como curadores asociados, e Isabela Villanueva, como curadora asistente – la actual edición tiene como núcleo curatorial “la multiplicidad, transicionalidad, recurrencia y permanente mutabilidad de las poéticas artísticas: su topología estética y política, sus supervivencias, alteraciones, sus diversas formas de elocuencias y sus derivaciones; retornos, reversos, regresiones; progresos, asimilaciones, condensaciones y deformaciones.”
El comisario de esta edición, Luis Pérez Oramas, ha articulado una bienal genuinamente latinoamericana, expansiva, caprichosa, joven, errabunda y desacomplejada. Muy importante el diseño del espacio, del arquitecto rosarino Martín Corrullón, así alternó espacios abiertos, con otros más Íntimos.
Con 111 artistas, “La Inminencia de las Poéticas”, título de la muestra, no trae nombres fácilmente reconocibles ni hace apelaciones a la monumentalidad de las obras. Los más de 3.000 trabajos están organizados, en su mayoría, en pequeños salones.
Como un sistema radial de constelaciones que se entrecruzan con sus diversas poéticas. Abre un camino en donde el espectador cumple un rol fundamental y completa las obras.
Es en esta forma de montaje que Pérez-Oramas cree que está lo que es espectacular en esta Bienal.
“La espectacularidad se presenta horizontalmente, repetitivamente, modularmente, en serie.”
La Bienal presenta grandes conjuntos de cada artista, como el que reúne 348 obras del brasileño Arthur Bispo do Rosário, considerado por el curador como uno de los “emblemas” de la exposición.

Arthur Bispo do Rosário

Por invitación me tocó estar en la previa y me atrapó su forma de ser curada, en un entorno ideal su estructura vidriada, las vistas al parque Ibirapuera, las luces externas e internas como en un juego de creación entre las obras, el diálogo entre obra y obra, el cruce  de poéticas. Como un disfrute en que el observador elige el recorrido, a la par que vislumbra la cercanía de diferentes poéticas.
Hay mucha pintura y dibujo, instalaciones, performances, pocos vídeos. También hay que destacar la presencia de muchos artistas multidisciplinares como Marco Fusinato, artista multidisciplinar y  músico, utiliza la fotografía  la luz, la instalación, el  sonido.

Marco Fusinato

Athanasios Argianas sus obras consisten en una banda de largo, con bucles de bronce que serpentea en torno a una serie de pared de metal delgado donde apoya.

Athanasios Argianas

Grabado en esta banda de metal curvado es un texto circular, más de mil palabras largas, que obsesivamente yuxtapone las mediciones de las distintas unidades: “. . . . . a strand of the width of your arms unfolded, woven to form a sheet. un filamento de la anchura de sus brazos desplegados, tejida para formar una lámina. A sheet of the width of the wingspan of a plane, a plane of strands of the width of your arms unfolded . Una hoja de la anchura de la envergadura de un avión, un plano de hebras de la anchura de sus brazos desplegados.” . . . . “ The viewer who accepts the work’s invitation to participate must become not only a reader but also a performer: Perusing the passage along the twists of the ribbon gives rise to a small choreography. El espectador que acepta la invitación de la obra para participar debe ser no sólo un lector, sino también un artista intérprete o ejecutante.

También podemos citar al brasileño Paulo Vivacqua, con sus esculturas objetos sonoros, instalaciones plenas de visualidad.

Paulo Vivacqua

Debemos destacar la importante performance sonora de tres grandes artistas: Jutta Koether, Yuki Kimura y Sergei Tcherepnin.

Jutta Koether, Yuki Kimura y Sergei Tcherepnin

También es importante la obra del argentino Eduardo Stupía, donde el signo, el grafismo, la impronta con diferentes materiales, lápiz, grafito, carbonillas, tintas, óleo, etc. Crea un campo de sutilezas que atrapa al espectador.
El artista nos dice “Mis pinturas son para ver de lejos, pero hay  algo que te lleva a acercarte, porque hay zonas internas. Siempre tuve vocación escénica y un interés por la doble mirada.
Trabajo la trama en forma de contrapunto. La idea del tramado es central.
Puede ser de pincelada corta y caligráfica o gestual, de raspado, etc. Para mí el concepto de dibujo era: la línea más pura posible, por ejemplo con plumín, dibujo microscópico o figuración o relato microscópico centimetral y el plano lleno.
Esa era la consigna. Dentro de esa consigna había variaciones. Era una consigna auto-impuesta.”….  

Eduardo Stupía

Sobre las más de 3.000 obras exhibidas, hay un bagaje importante de artistas del arte europeo y norteamericano del siglo XX, Allan Kaprow, Bas Jan Ader, Ian Hamilton Finlay, Helen Mirra, Gego, Sheila Hicks, Jirí Kovanda, Ilene Segalove, Viola Yesiltaç, Bernard Frize, Erica Baum,  Charlotte Posenenske, Kriwet, David Moreno, entre tantos otros.

Kriwet

Entre los artistas brasileros: el ya citado Arthur Bispo do Rosário, Cadu Costa, Alexandre da Cunha, Paulo Vivacqua, Nino Casi, Eduardo Berliner, citando algunos

Bas Jan Ader

San Pablo fué una fiesta, junto a la inauguración de la Bienal, varias muestras colaterales resaltaron la importancia del arte en San Pablo, en el Museo de Arte Moderno, cercano al pabellón de la Bienal, una muestra retrospectiva de la artista brasileña Adriana Barejâo, en el Museo de Bellas Artes, Caravaggio y sus seguidores. A no olvidarse de darse una vuelta por la Pinacoteca, una importantísima colección. Todo un regodeo de arte a gran escala.

En palabras del curador de la Bienal, el venezolano Luis Pérez Oramas:

“Las imágenes y las obras no producen sentido solas, sino en la medida en la que se relacionan”.

Septiembre de 2012

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