La Llave de la Caverna

Sección de poesía “Antonio Aliberti

Desde el último invierno, te esperan estas sombras

Desde el último invierno, te esperan estas sombras
                                                           que vos mismo construiste.
Fantasmas que crecieron
bajo un cielo quebrado por las nubes
merodean tu casa
entonces era ella que encendía la hoguera
con sus rostros
y los otros echaban ramas secas

para que hicieran humo.

 

En los nombres perdidos, la historia se detuvo

En los nombres perdidos, la historia se detuvo
                                                                     por un momento.
Enseguida la lluvia les tendió su cortina
los amarró al pasado.
Te negarás a ella mientras dure la vida
de otros náufragos: los desaparecidos,
                                                         que no desaparecen.
En el fondo hay testigos que hablarán
por sus piedras
cuando suba la boca del anzuelo.

 José Antonio Cedrón

 

Poema

En esta soga alrededor del cuello

es su sombra perenne en el oráculo crístico
la que lastima todavía y disuelve

(cualquier rastro de llamarada cambiaba en ceniza
los torrentes de escombros se convirtieron siempre en
                                                                        pedruscos)

Es este el rito de la memoria y la desmemoria

las alas crujen entre los recuerdos
y el umbral de la risa se ahoga en el presagio

 

Poema

El oleaje vulnerable de espuma se acompasa
la marejada crepita entre las piernas
no hay peldaños de tiempo entre nosotros
sólo torrente

Isabel Victoria Krisch
 
La siesta en espera de tu llegada

La siesta en espera de tu llegada,
un leve chirriar de la vieja puerta.
Esperar tus pasos en el diminuto patio
y verte entrar en tu pollera corta
con tu sonrisa de luz.
Los libros bajo el brazo.
Navegar por todos los mundos
y volver en la serenidad del mate
con mi sien apoyada en la suavidad
de tus senos.
El tren te devolvía
con el atardecer dibujado en el vidrio

 
 
¿Octavo Día?

¿Para qué agregar otro día vacío,
un día más de sumar angustia?
Me gustan los días llenos.
Los días atropellados,
donde el silencio no se impone,
se consigue luchando
en medio del barullo.
Un espacio creativo
dentro del tumulto.
La soledad cuando yo quiero
y no impuesta
por la longitud
de un día feriado.

Hugo Salerno

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