Giuliano Ladolfi (Primera Parte)*

“Generación Abierta” tuvo el gusto de entrevistar al destacado poeta, editor y profesor en Letras, italiano, Giuliano Ladolfi, toda una vida dedicada al arte y a la cultura de un país muy ligado a nuestros afectos.

 “…Los versos improvisados bajo el estímulo de la emoción pueden ser un documento de vida, pero son de poco valor literario…”

Por LUIS RAÚL CALVO

G.A.: Estimado Giuliano, es un gusto tomar contacto con vos para nuestra Revista “Generación Abierta”. En principio nos gustaría que nos comentes en qué momento de tu vida surgió el interés por la literatura y en especial por la poesía.

G.L.: Mi interés por la literatura y la poesía nació conmigo, podría decir. Lo explicaré. Tan pronto como aprendí a leer y escribir, la maestra de primaria nos hizo memorizar poemas. Todavía recuerdo el texto del primer poema que aprendí en primer grado, titulado “Autunno”. Incluso mi madre, aunque sólo tenía aprobada la escuela primaria, recitaba versos aprendidos en los pupitres y los recordaba después de decenas y decenas de años. Junto con mis hermanos compramos y leímos la revista “Il Monello”: las ilustraciones estaban explicadas en octonario rimado. Estas experiencias me han inducido al gusto por el sonido de la palabra, por el ritmo, por la rima, por el verso. La pasión luego creció durante los estudios posteriores, también ampliada por los conocimientos de latín, francés y griego antiguo: Homero, Virgilio, Dante, Shakespeare, Milton, Goethe, letras griegas, teatro, literatura latina … Mi pasión estaba escrita en verso clásico. A veces traducía del italiano al latín en hexámetros. De los 10 a los 15 años asistí a la escuela en un internado y consumí literalmente una biblioteca bien surtida, dedicándome a leer novelas escritas por autores de todo el mundo. Me refiero a textos aptos para un lector joven: Salgari, Poe, Verne, Cronin, Chesterton, etc. Luego, durante los siguientes tres años de bachillerato y universidad, se me abrió un mundo inmenso: ningún gran autor estuvo ausente de mi pasión literaria y poética. Entonces la enseñanza de la literatura italiana y latina, me permitió ampliar mis conocimientos, que continúan hasta el día de hoy, especialmente después de la fundación de la revista.

G.A.: ¿Hubo influencias familiares y / o de otras personas, por ejemplo algún maestro o profesor?

G.L.: Una mirada retrospectiva me convenció de que la persona que más me influyó fue el profesor de literatura del Liceo Clásico, Don Carlo. Me valoró y me empujó a escribir poesía. Me proporcionó manuales de métrica italiana, latina y griega, lo que me impulsó a practicar en esta área. Aunque he escrito mucho, he publicado poco, porque soy consciente de que los versos improvisados bajo el estímulo de la emoción pueden ser un documento de vida, pero son de poco valor literario.

En segundo lugar, conocí a otra persona que me influyó profundamente y fue un alumno. Recuerdo que un jueves de noviembre de 1989, pregunté a mis estudiantes de la escuela secundaria científica si alguien estaba entusiasmado por escribir versos y todos respondieron: “¡Marco escribe versos y es muy bueno!”. Como el niño estaba ausente ese día, les insté a que lo contactaran. Tenía una tarea de clase programada para el sábado siguiente. Marco dejó la carpeta y me entregó un poema: lo leí y me quedé atónito. “Si una persona de 15 años escribe así – me dije – seguramente alcanzará niveles altos”. Y a partir de ese momento nació una amistad que se complementó y enriqueció con lecturas, discusiones, intercambios de ideas. En los primeros cinco años de los noventa nos reuníamos una vez al mes con otros jóvenes y personas mayores para hablar de poesía. Y luego, junto con él, en 1996 fundé la revista “Atelier”. Marco Merlin me sumergió en el mundo contemporáneo y me llevó a cambiar por completo mi forma de escribir.

 

*La segunda parte de esta entrevista-realizada en Marzo de 2021-
se publicará en el próximo número de “Generación Abierta”.

 

Deja una respuesta