Muestra de Adriana Gaspar Coherencia Expresiva

Por ROSA FACCARO

El lenguaje visual de Adriana Gaspar se inspira en un mundo interior pleno de enigmas. El misterio y el encanto de los poderes elementales que se rallan en el cielo, el agua, y la tierra, son plasmados desde una mirada mágica que minuciosamente se detiene a relatar una fábula, un cuento, una visión.
La captación sutil de un estado del espíritu -podríamos hablar de un estado de gracia- es reflejado sin huellas de esfuerzos, de una manera fluida y plástica como agua de un río que corre.
Una especie de sueño que nos recuerda a Klee, Kandinsky, Miró, y lejanamente a los paisajes de Xul Solar, es reflejado en imágenes que ilustran una historia mítica. Duendes, silfos, sirenas, animalillos fantásticos se pasean entre los intersticios de múltiples espacios encantados.
La acuarela -técnica pictórica que la artista maneja con maestría- es apropiada para describir la transparencia y las superposiciones de mundos que se van perfilando en planos marcadamente establecidos en su pintura. Estas imágenes nos hablan de un espíritu que vibra con la energía de la vida, captando su ritmo oculto, percibiendo la relación de un cosmos invisible y otro visible.
La mancha se expande, se ubica en superposiciones como estratos que construyen un hemisferio. Las direcciones orgánicas y oblicuas establecen coordenadas para mirar y recorrer los distintos planos de profundidad, allí moran pequeños seres que, aparecidos en tos rincones juegan a esconderse, o transitar por realidades paralelas.
No hay duda que la surrealidad es el lugar donde se inscribe su pintura, pero debemos decir que ella es tributaria de aquel rigor constructivo que tan bien expresara el grupo del Jinete Azul, donde se fusionaba el espíritu de la forma junto a la fuerza pictórica de fuerte subjetividad.
Adriana Gaspar ha dado un gran salto con respecto a su muestra individual anterior, otorgando a esta serie de trabajos una coherencia expresiva que se evidencia a través del conocimiento del lenguaje plástico. Sin perderla característica que la individualiza, ha sabido profundizar en su propia interioridad. El saldo ha sido positivo, en esta muestra que ha presentado vemos los resultados.

(En Galería Forma, junio de 1994)

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