Diálogo con Juan Carlos Godoy

““Los secretos de la grabación de la Biblia por Vox Dei”

Por PATRICIO FERNÁNDEZ

A comienzos de la década del setenta el prematuro rock vernáculo sólo contaba con un puñado de adherentes, indefectiblemente todo hacía  suponer que no era más que una moda transitoria, un snobismo de unos cuantos jóvenes  informados, que se empecinaban en querer hacer rock cantado en castellano. Mientras, otros sostenían que era una colonización cultural.
Todo esto pareciera ser que se gestaba y transcurría en nuestra bendita ciudad. Nada más alejado de la realidad, a tan sólo una hora de viaje en el sur del gran Buenos Aires, más precisamente en Quilmes,  cuatro jóvenes ya habían deslumbrado a esta minoría de adeptos en sus primeras apariciones en el Teatro Payro y en el mítico B.A.Rock.
Al año siguiente la banda oriunda del sur sorprendería  con un excelente disco: “La Biblia según Vox Dei”.

A cuarenta años de la grabación, Juan Carlos Godoy  cuenta  como se grabó  La Biblia  -el primer disco conceptual de nuestro rock nacional-, y sobre su alejamiento de la banda, sin poder interpretarla nunca. Godoy pegó un portazo una vez finalizada la grabación, pasando a ser el hombre anónimo de este singular disco.

G.A.: ¿Desmitificando un poco ¿de quién fue la idea de hacer La Biblia?  
J.C.G.: Jorge Álvarez hacia tiempo que andaba con la idea de hacer una Biblia criolla,  ese fue el  primer antecedente que escuché del proyecto. Obviamente luego se fueron tejiendo muchas historias acerca de quien fue la idea, la que yo tengo es esa, no le puedo andar quitando méritos a un tipo tan creativo como fue Jorge.
Luego Pedro Pujó se lo comenta a Ricardo Soulé y nos habla de la idea de hacer un disco basado en la Biblia, a partir de ahí comenzamos a abocarnos al proyecto que estuvo prácticamente dentro de los finales de nuestro primer disco que fue Cuero Caliente, haciendo  temas que conformaron lo que fue luego La Biblia.

G.A.: ¿Irrumpieron con un primer disco sumamente rockero y un sonido muy aguerrido,  ¿cuáles eran las expectativas que tenían en cuanto a ese proyecto tan ambicioso?  
J.C.G.: El público nos recibió bien, pero no dejó de tomarlo medio como de sorpresa, era una temática totalmente diferente y no sabíamos bien como iba a funcionar.

G.A.: ¿En el proceso de creación participaron todos o fue un trabajo individual de Soulé?  
J.C.G.: Todos hemos participado, en aquel entonces yo tenía más capacidad para componer la parte musical y Ricardo  escribía la parte de composición de las letras, entonces conformamos una dupla interesante a la hora de cerrar una idea. Las cosas se tenían que dar así, era fundamental trabajar con cierto orden de diagramación, porque de lo contrario nos hubiera llevado muchísimas horas de estudio y hubiera implicado mucho dinero. El gran porcentaje de las letras son de Ricardo, así como los arreglos musicales  son míos  También tuvo participación Quiroga en algunos pasajes de las letras, como así también Pedro Pujó y Jorge Álvarez.

G.A.: ¿Recordás en qué temas han  participado Pujó y Álvarez?
J.C.G.:
En la parte de Las Guerras, en David y Goliat. Recuerdo que estábamos grabando y cuando salimos del estudio y para no  volver a Quilmes en donde vivíamos, y estar todos cerca, como Jorge tenía las llaves de la casa de Torre Nilsson, nos fuimos para allí, ya era de madrugada, recuerdo que no dormimos, le consultamos por la temática de David y Goliat, que es la segunda parte de Las Guerras y ahí quedó grabado  el aporte de ellos en el tema.

G.A.:  ¿Desde que se gesta el proyecto hasta la culminación del mismo qué tiempo transcurre?
J.C.G.:
Siguiendo con un patrón que es fiel a mi verdad, tampoco estoy de acuerdo con cosas que se han escrito acerca de como se ha hecho La Biblia, porque prácticamente no había un sólo movimiento, simplemente estaba la idea, pero no sabíamos como llevarla a cabo. Se habla mucho de la cantidad de horas de grabación, eso fue porque no teníamos nada armado, al irse produciendo los hechos creativos, nos encontramos que el problema radicaba en  que se estaban acabando las horas ideales de grabación y la obra no había culminado. Juntarnos los cuatro para cerrar el proyecto  resultaba cada día más difícil. 

G.A.: ¿Cuál fue el camino a seguir?
J.C.G.:
En esta dispersión que teníamos lo más coherente que encontré desde mi lugar, como una solución a practicar y con resultados positivos, fue componer en la casa de cada uno, para citarte un ejemplo: “Libros Sapienciales” está compuesto por Quiroga en su casa.

G.A.: ¿Letra y música?
J.C.G.:
Musicalmente en su totalidad, en cuanto a composición literaria ya había un boceto,  terminamos el tema a las cuatro de la madrugada. Ese mismo día por la tarde fuimos al estudio y lo grabamos sin Soulé. Al otro día fuimos al estudio y nos encontramos que Ricardo, había grabado el violín dejando cerrado magníficamente allí el tema.

G.A.: Existen versiones de que te fuiste antes de concluir el trabajo de grabación. ¿Qué hay de cierto?
J.C.G.:
No es así,  mientras Ricardo finalizaba la composición de un tema, se termina de hacer La Biblia con Apocalipsis.
Hay una entrevista que le hacen a Basualdo donde afirma que habíamos compuesto este tema,  el único instrumental, dejando grabado el sonido del paso de los elefantes por el campo. En la caja original de la cinta de una pulgada está el organigrama de lo que se estaba grabando, se puede comprobar que está escrito el Apocalipsis por los técnicos de grabación: esto deja las cosas en claro para los que afirman que este tema  no se había grabado. A tal punto que después de unos años, me dejan un espacio para que yo vaya a S.A.D.A.I.C, donde me adjudicaban un porcentaje de la letra que habían asentado como Apocalipsis. No estuve de acuerdo, como voy a aceptar algo que no es de mi autoría.

G.A.:  Se habla de la desaparición de los master…
J.C.G.:
Ahí hubo hechos que algunos lo interpretaron de diferentes maneras,  si yo hago una lectura de cómo sucedieron,  daba la sensación que había algo que estaba ocurriendo, pongámosle que existía un convenio y hubo un desacuerdo entre la grabadora y Jorge.  Este tal vez tenía una razón legal en donde se reconocía como dueño de la cinta. El  misterio está porque Álvarez sacó las cintas del estudio, yo creo que no  las robó, jamás pensaría que él hubiera podido hacer  eso.  Como leyenda quedó que “se robaron la cintas”, pero las mismas aparecieron y seguimos grabando.

G.A.:  ¿Todo esto se da en el transcurso que quiebra el sello Mandioca?
J.C.G.:
Mandioca jamás quebró, la editorial de Jorge es la que quiebra. Esto también se lleva a los libros de historia, a tal punto que Pedro Pujó estaba muy molesto por esas afirmaciones. Sobre la editorial se traba embargo, que culmina en la quiebra de la misma. La discografía de Mandioca estaba intacta, lo que no sé decirte es porqué motivos desaparece el sello.

G.A.: Sin embargo La Biblia sale a la calle bajo el sello DAD…
J.C.G.:
A nosotros nos habían seducido desde este sello para firmar un contrato, el mismo no significaba que se hacían cargo de La Biblia, la cinta seguía perteneciendo a Mandioca. La discográfica se hizo cargo de la banda, es muy diferente de lo que se dijo, de que el álbum se terminó de grabar en este sello.
Los dueños legales siempre han sido Pedro Pujó y Jorge Álvarez. Yo no estuve de acuerdo en firmar ese contrato, años después lo aclaré con Jorge, quien estaba muy dolido, se sentía traicionado con esta acción y tenía razón. Nosotros por encontrar un espacio supuestamente mejor nos fuimos, todas las bandas estaban emigrando de Mandioca y porqué no lo iba a hacer Vox Dei.
Lo que puso en marcha Mandioca no fue a Manal, no fue a Vox Dei, puso en acción nada más y nada menos que el movimiento de rock en  Argentina, le abrió los espacios a un arte que estaba negado totalmente.

G.A.: ¿Quiénes participaron de La Biblia?
J.C.G.:
Había un dinero puesto en la producción como para adornarlo con músicos de cuerdas, porque no había en aquella época cuerdas electrónicas, todos eran músicos del Colón. Para nosotros fue un placer trabajar con ellos, la orquesta estaba dirigida por Roberto Lar, él fue quien eligió el sitio de grabación, porque no grabó en TNT, sino en los estudios Fonal. Lo magnífico fue ver a Roberto desplegar unas partituras inmensas manejando esa orquesta para nosotros, que éramos tan jóvenes y nos sentíamos muy orgullosos de eso, yo particularmente, porque eligió el tema cantado por mi “Cristo muerte y resurrección”.

G.A.: ¿Uds. deciden trabajar con la orquesta de Roberto Lar?
J.C.G.:
Como decidir lo hicimos nosotros, pero la idea fue de Álvarez y Pujó. Todo el aporte intelectual que tuvo la obra fue magnifico, de mucha síntesis propia, de intelectuales que se leían tres obras por día.

G.A.: ¿Estás  grabando La Biblia según Godoy?
J.C.G.:
Sí, es un homenaje que estoy rindiendo al tema, no estoy escribiéndola la estoy interpretando. Código Producciones me da la posibilidad de hacer este trabajo que siempre quise. Desde que me fui de los estudios de grabación de aquella época y llegaron a mis oídos las diferentes versiones que se grabaron del disco, la que más se asemejó a mi idea fue el unplugged de Soda Stereo en MTV de Miami. Recuerdo que estaba con mi padre viéndolo y aplaudimos, ambos dijimos “esto sí que está bien hecho” este es el espíritu de Vox Dei.
Hago todos los arreglos posibles respetando  el espíritu creado dentro del mismo,  si uno cree que no está aportando nada directamente no lo haría.  Los arreglos se hicieron en una calidad de máximo,  por ejemplo en determinados temas yo tenía una introducción que consideraba magnifica y luego me di cuenta que quedaba mejor la segunda guitarra, por lo tanto mi idea fantástica quedó rezagada y el aporte fue el de la segunda viola.

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