LAS PASTILLAS DEL ABUELO

“En este país el arte se hace todo a pulmón”.

Por PATRICIO FERNÁNDEZ

 

El calor azota en el reciclado barrio del abasto, pareciera ser como un adelanto del vertiginoso verano próximo a llegar. La ciudad es un caos y  la  estación de subte que ha sido bautizada con el nombre del viejo mercado,  permanece cerrada  debido al paro llevado adelante por  los trabajadores que nuclean a este gremio. Buenos Aires sin subtes se transforma en una ciudad hormiguero. Frente a este cuadro me refugio  en un bar de la calle Anchorena a la  espera de los integrantes de Las Pastillas del Abuelo.
Luego de aceptar una charla con Generación Abierta, la banda liderada por Piti  Fernández  se encerrará en su nueva sala de ensayo donde  preparan la grilla para el concierto que darán el 5 de diciembre en el Club Ferrocarril Oeste (*).
Han pasado más de siete años de trayectoria, con una carrera  que  parece no tener límites. Ferro será su primer mega show  si bien ya han  tenido la experiencia de estar frente a  un público masivo en 2005 cuando subieron  al escenario del Pepsi  y el verano de 2006 cerraron el Gesell Rock con su banda amiga Las pelotas. Las pastillas del abuelo subirán  al escenario del barrio de caballito seguramente con las ganas de siempre pero con una motivación más: el sueño cumplido de haber llegado a su tercer trabajo y pode mostrarlo a sus fieles pastilleros.
La banda  liderada por Pity bien se la podría definir como canta autora, una excepción a la regla dentro de tanto rock callejero. Le cantan a todo y a todos, se destacan a la hora de componer por una prosa introspectiva que apuntan al alma y obligan a la reflexión.
El primero en llegar es Bochi, guitarrista  de la banda que ha tenido sus genes en el conservatorio de música. Bochi  tiene más apariencia de músico hip de los sesenta que de una banda que nació con el nuevo siglo. Se disculpa por la demora, mientras nos aclara que su nuevo rol como padre le ha cambiado la vida, sumándole una responsabilidad más.
El que ingresa después es Pity,  un personaje que derrocha simpatía, mientras cumple el ritual de saludar a los parroquianos. Pide una ronda de café para todos y se sienta frente al grabador.
Citar a Galeano y ponerle música  a poemas de Almafuerte  no solo rompe un poco con la prosa rockera sino que también la eleva a otra categoría.

G.A:¿Cómo surge la idea de entrar en el mundo de Almafuerte?
Bochi: La idea de ponerla música a la poesía de Almafuerte  ha sido de  Pity, a quien siempre le ha gustado este poeta, él tenia 18 años cuando se le ocurrió, eso  también  habla un poco de que a todos  nosotros nos gusta la lectura .
Pity: Galeano me parece una persona muy interesante (lo dice entusiasmado), recuerdo que estábamos por hacer un concierto en  el Parque  Roca   y yo estaba leyendo unos cuentos suyos la noche anterior al show. Justo ese día  leí  Reflejos, un cuento que justamente habla de Roca, le comenté al sonidista  y me dijo que era interesante hablarle a la gente y leerle algo de este autor para que sepan quien fue Roca y que responsabilidades tuvo frente a la conquista del desierto.

G.A: Si hacemos un repaso por sus dos trabajos anteriores, Por la colectora su primer disco editado en 2005  y  Las pastillas del abuelo, editado en 2006, junto a este último, Crisis, que vio las bateas a mediados del pasado año, vamos a encontrar  una fusión musical que no conoce barreras  ¿Es el momento en  que los géneros se integren, se fusionen?
Bochi: Me parece que siempre hubo una integración entre la diversidad de  los géneros, de todas formas hubo gente que se encargó de reivindicar esta fusión. Por otro lado, lo que vendría a ser el mercado,  es algo que nosotros como músicos no manejamos, eso queda para las empresas discográficas. En los trabajos de Mercedes Sosa  siempre hubo músicos de rock colaborando:  Charly García,  Fito Páez, León Gieco, como para darte un ejemplo ; así  como   también gente del folklore ha colaborado en proyectos de rock . Me parece que esos prejuicios pasan más por la gente  que por los   músicos.

G.A: Crisis es el nuevo trabajo de las pastillas. Un disco en el cual todos han aportado temas de su autoría. Si bien en los anteriores trabajos, Bochi  ya había compuesto temas, hoy hay aportes de el saxofonista Joel Barbeito  y del guitarrista Fernando Vecchi.  Un trabajo evidentemente en equipo donde plasman las experiencias personales de cada uno de sus integrantes… ¿Crisis hace alusión a la realidad argentina también?
Pity : El disco salió hace un año, en ese momento aún no se hablaba de lo que hoy  está instaurado como crisis. Esto tuvo que ver con experiencias propias, con un momento de cambio que se fue produciendo entre nosotros. Cuando hablamos de crisis, también estamos hablando de nuevas experiencias en nuestras vidas, de cosas maravillosas como el hecho de ser padres, como le ha pasado a algunos de nosotros. Al tiempo saltó la crisis  económica, que como decimos con  Bochi, es un aspecto mas.
Bochi: Nosotros somos bastantes optimistas.
(Un optimismo que a la hora de hacer un balance de casi seis años de salir a escena por primera vez  los gratifica, las pastillas han sabido llenar salas de teatro con viejas modalidades que caracterizaban a bandas de los ochenta, el boca a boca y las infaltables páginas de Internet. En cuanto a preferencias musicales  ellos han sabido tener sus referentes, es innegable sostener que son músicos que han nutrido sus oídos  de rock, pese a la diversidad que expresa su música).

G.A: ¿Qué impresión les deja estos últimos coletazos de la década a nivel musical?
Bochi: El rock se divide por etapas, hay épocas creativas y otras no tanto.  Quizá ahora nosotros estamos  un poco más afuera, las responsabilidades de los shows  nos hace estar un poco al margen de lo que hay, a no ser que escuches la radio, pero hay bandas interesantes en la escena local.
Pity: Hay una movida interesante, yo soy de ir a ver bandas y la paso muy bien,   bandas de todo tipo.También ahora que nos va relativamente bien  nos hemos hecho amigos  de otros  músicos, tenemos contacto y me gusta ir a sus conciertos. Incluso hay  bandas que  las llamaría intermedias que no son muy masivas, que no llenan estadios pero que son excelentes, como para nombrarte  alguna,  la banda del negro García López,  es muy buena.
Luego, hay otra realidad: ya sean grandes o chicas las bandas, se las tienen   que bancar  solos, no existe   un ente nucleador  que proteja a los músicos,  que lo subvencione para facilitarle un poco las  cosas. En este país el arte  se hace todo a pulmón.

G.A: Cuando las pastillas salen a la carretera, allá por  2002,  se encuentran con una muy buena aceptación por parte del público, que con el tiempo fue creciendo de manera vertiginosa.  ¿Esto los superó de alguna manera, o lo esperaban?
Bochi: Nosotros nos reinventamos nuevamente, luego de unos conciertos en donde hubo gente que había  pagado su entrada, y por falta de experiencia nuestra se  quedaron  afuera. Así que en esa oportunidad suspendimos el show y comenzamos a trabajar con gente idónea  en el tema. Hoy estamos con una empresa que si bien no es una multinacional, nos lleva adelante con las fechas y  las giras, es la que  produce nuestros trabajos. Al principio nos autogestionamos,  pero no pudimos sostenerlo. Éramos siete arriba del escenario y dos amigos que nos ayudaban  en  prensa  y organización. En cada  show  nunca fuimos Las pastillas del abuelo que produjo los discos, desde un comienzo, en cuanto a grabaciones y producción  discográfica, hemos tenido gente atrás.

G.A: ¿Consideran que el último trabajo siempre es el mejor?
Pity: Cuando hablamos de mejor o peor hablamos de expectativas y todo tiene que ver con las  que tengas respecto al  disco. Depende cuanto tardás en soltarlas. El último laburo, por ejemplo, fue muy diferente a los demás  y algunas expectativas se cumplieron  y otras  no, trato de soltarlas y aceptarlas como lo que  fueron. Puede ser que el próximo nos salga mal. De hecho, en  el primer trabajo hay algunas expectativas que no pude soltar y  otras que sí y  me  dije: bueno, es nuestro primer laburo, estamos   subiendo unos escalones  de madera para luego subir de a poco los  de cemento.

G.A: Ya que hablabas de expectativas, ¿cuáles son las que tienen para este concierto?
Pity: Quiero y deseo estar  en paz  unos tres días  antes del concierto, seguro que aparecerán  la ansiedad y los nervios como es habitual  en estos casos,  pero luego cuando termine el show seguramente explotaré.

 

(*)  Esta entrevista fue realizada a fines de noviembre de 2009. 

 

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