La ausencia: una poética para no olvidar

Por ADRIANA GASPAR

 

En ese lugar, el  silencio sobrevuela las siluetas de esas etéreas criaturas, las que  bucean  en búsqueda de su propia historia. Una historia sentenciada por las voces del pasado, el que abraza grandes interrogantes,  que hoy pretenden ser develados.
Su enunciado parque  nos remite a un espacio arbolado, un espacio para el esparcimiento, para el juego. Sin embargo  es allí, donde el horror se transformó en un gran silencio, en un  lugar de encuentros, de búsquedas, en el que la vida y la muerte son protagonistas de aquella gran urdimbre que se entreteje en el despertar de cada mañana.
El Parque de la Memoria nos propone el desafío de reencontrarnos con ellos, con sus aromas,  con sus huellas, con el polvo que emerge de cada pisada, con la mirada llorosa del viejo que deambula por las noches, en búsqueda de la tibia  brisa, la  que  vela los  cabellos de  quienes aún,  naufragan por las orillas de  las oscuras aguas del Río de la Plata.
Una carga pesada que interpela, que intimida, se instala en el cuerpo de cada visitante,  quien pareciera necesitar una respuesta a tanto silencio. Un gran signo de pregunta nos reclama, pero no nos condena.
El  pasado, el presente y el  futuro hacen su anclaje  en aquel sitio  que hoy es una Gran Casa, que los refugia a  ellos, los sin rostros, los sin nombres, los que buscan su identidad entre nosotros.
Una atmósfera de paz irrumpe  junto al Rio de la Plata. Un lugar en el que  como dice Baudelaire: ya no hay rincones para la intimidad; un lugar  sereno y silencioso, que cobija miles de almas, las que se solidifican día a día en el baúl de nuestra memoria, un  espacio que  nos conduce a la reflexión, a  mantener  vivo el recuerdo.
El Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, tuvo su inauguración en noviembre del año 2007, contó con la presencia del Presidente de la Nación y Autoridades del Gobierno Nacional, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de  Organismos de Derechos Humanos, todos ellos acompañados de público en general. El mismo contiene más de 30.000 placas, de las cuales más de 8.500, ya tienen los nombres de quienes fueron víctimas del terrorismo de Estado.
El proyecto de este lugar data de fines del año 1997 y surgió por decisión de varios organismos de derechos humanos, convirtiéndose en ley al año siguiente en  1998. Su ubicación, corresponde a la zona norte de esta ciudad, Avenida Costanera Norte, lindante con Ciudad Universitaria.  El  mismo abarca 14 hectáreas, en ellas,  se encuentran además del monumento mencionado, un conjunto de obras escultóricas, la Sala PAyS    (Presentes Ahora y Siempre) un territorio poblado de una enorme carga simbólica, un espacio para la reflexión y el debate,  Centro de Información sobre las victimas y  sala de actividades artísticas y culturales, un lugar en el que la memoria debe permanecer viva a través del tiempo.
Sus esculturas dan testimonio de un pasado cargado de dolor e impotencia, testimonio que se reafirma por el carácter comprometido de su  discurso estético.
Sus Obras  Emplazadas son: Sin Título de Roberto Aizenberg, Carteles de la Memoria de Grupo de Arte Callejero, Reconstrucción del Retrato de Pablo Miguez de Claudia Fontes, 30.000 de Nicolás Guagnini, Monumento al Escape de Dennis Oppenheim, Pensar es un Hecho Revolucionario de Marie Orensanz y Victoria de Tucker William. Obras No Emplazadas:  Figuras Caminando de Magdalena Abakanowicz,  Huaca de Germán Botero, Por Gracia Recibida de Juan Carlos Distèfano, Torres de la Memoria de Norberto Gómez, Sin Título de Jenny Holzer,  Pietà De Argentina de Rini Hurkmans, Memoria Espacial de Per Kirkeby, La Casa de la Historia de Marjetica Pôtrc y Presencia de Leo Vinci.
Los últimos cinco  meses de 2011 y los dos primeros del reciente año, la sala PAyS cobijó a otra artista plástica, Graciela Sacco, la artista rosarina llevó a cabo una muestra producida en especial para este lugar, la que tituló Tensión Admisible, la misma nos invita a reflexionar sobre los límites, sobre todo,  en como reflexionar ante  aquellos momentos que anuncian   un estallido. Una propuesta para meditar sobre aquellas cuestiones en que lo social y lo político ejercen gran protagonismo.
Recientemente sobre  el transcurso del mes de marzo se inauguró la muestra: Dolores de Argentina 2001-2012 de la artista  Dolores Cáceres.
El Parque de la Memoria, es  un lugar para el reencuentro, un lugar que nos permite  develar el ocultamiento de años de silencio y cuyo testimonio  brega por la concientización de la memoria viva de nuestra historia.
Gastón Bachelard dice: La casa natal es más que un cuerpo de vivienda, es un cuerpo de sueño. Cada uno de sus reductos fue albergue de ensueños.
La existencia de este espacio cobra vida en esa casa, la que revive  los relatos de cada uno de los seres que hoy la habitan  y  que  quedaron  atrapados en una eterna  vigilia.

 

Bibliografía: La Poética del Espacio, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2000.

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