”Lo que llevo de ausencia” y la presencia de Haroldo Conti*

Diálogo con Alfredo Martín (dramaturgo, director teatral) y Marcelo Bucossi (actor)

Entrevista a cargo de LUIS RAÚL CALVO

“Haroldo Conti fue  un hombre absolutamente comprometido con el contexto histórico que le tocó vivir, entregando no solo su obra sino también su vida”(M.B.)

G.A.: ¿Cómo y por qué surge “Lo que llevó de ausencia”?
Alfredo MartínSurge como un proyecto de teatro independiente, con la idea de redimensionar la obra literaria y la figura del notable escritor e intelectual argentino Haroldo Conti. El actor Marcelo Bucossi, oriundo de la ciudad de Chacabuco, lugar de nacimiento del autor, me propone tomar algún material para adaptarlo escénicamente, en un monólogo teatral.
Luego de leer abundante material editado (novelas y cuentos) y de investigar ciertos hechos de su vida, me encuentro con la carta de Marta Scavac, (su segunda esposa) escrita para la revista Crisis N° 41, Año 1986, donde relata las alternativas del secuestro de Haroldo la noche del 5 de mayo de 1976. Quedo absolutamente impresionado por los detalles narrados y me llama profundamente la atención que, los militares a cargo del “procedimiento”, quienes saquearon brutalmente la vivienda, dejaran en la máquina de escribir el último cuento del escritor, “A la Diestra”.
Este cuento se sitúa en Chacabuco y comenta – a partir del fallecimiento de una tía muy querida, Teresa Marino-, una gran celebración pueblerina que se lleva a cabo en el cielo, con asado incluído donde Dios oficia de anfitrión y asisten distintos parientes y personajes entrañables del lugar. 
A partir de allí empiezo a concebir la idea de plantear una aparición del escritor, en esa misma casa tiempo después, con el propósito de terminar de escribir ese material, y al mismo tiempo -al reencontrarse con las alternativas de esa experiencia límite (su secuestro)-, enfrentar a los fantasmas de esa noche fatal por medio de su literatura.    
G.A.: ¿Qué representa Haroldo Conti para ustedes?
A. M.:  La figura de un hombre que más allá de su gran talento como escritor y de sus otras profesiones: intelectual, profesor de latín, seminarista, aviador, cineasta, etc. (lo llamaban el hombre de los mil oficios) pudo sostener con coherencia sus ideas políticas, ejerciendo con libertad sus pensamientos y tomando una postura combativa y valiente, ante un enemigo cruel y poderoso que, mediante un plan sistemático, reducía a la sociedad a través del miedo y la muerte.
Haroldo Conti sabía que lo estaban buscando, formaba parte de una lista negra y aun así, puso el cuerpo y pudiendo exiliarse, como muchos otros intelectuales de esa época, eligió quedarse con su familia en el país y resistir, de la mejor manera que sabía, con la literatura como un arma. 
G.A.: Es decir que la obra parte de ese cuento de Haroldo Conti…
A. M.: La obra parte de ese cuento que se llama “A la diestra” y se abre a distintos textos, entre los cuales se incluyen: algunas reflexiones del escritor; reportajes; datos de la carta de Marta Scavac, anteriormente mencionada y otros relatos y elementos de su biografía, elaborados dramatúrgicamente desde la línea poética que lo caracterizaba: relatos simples, historias familiares o de personajes sencillos, transitadas geografías de un pueblo, escritos desde el detalle sensible y la nota sutilmente afectiva, en donde lo importante no pasa por lo pintoresco o lo costumbrista, sino por aquel espacio y tiempo que precisa la memoria y la percepción, dando lugar a lo místico
En este punto cabe destacar que se eligieron distintos temas musicales e imágenes acústicas, que pudieran entramar los textos poéticos, favoreciendo su montaje y subrayando aquellos pasajes más dramáticos o más festivos.

G.A.: ¿Cómo es la puesta en escena de esta obra, quiénes actúan?
A.M.: La puesta en escena de la obra plantea una celebración teatral, donde los espectadores participan de una especie de fogón, sentados en “u” alrededor del espacio escénico, delimitado también por cuatro ventanas de madera, que son a su vez columnas de luces.
En el centro hay un escritorio con una máquina de escribir, más atrás un gran pizarrón y en la pared de foro una larga escalera, que va de un lado al otro, cruzando todo el espacio escénico.
Sobre el piso una enorme cantidad de hojas de papel desparramadas, forman una especie de alfombra sobre la cual se reflejan los efectos de luces. 
Actúa Marcelo Bucossi, en el papel del escritor Haroldo Conti y el músico Antoliano Rojas, quien ejecuta en vivo la guitarra acústica y canta un tema musical.
G.A.: Alfredo, usted  está a cargo de la dramaturgia y dirección. ¿Qué aspectos le ha interesado destacar, resaltar?
A.M.: Conscientes de que tratábamos un tema delicado, como es el de los “desaparecidos”, no deseábamos que hubiese ningún tipo de golpe bajo o zonas de la obra que subrayaran aspectos obvios en la representación. Sí nos interesaba trabajar por alusión, bordeando determinados conceptos que denominan las prácticas del terrorismo de estado en nuestro país en esos años oscuros.
Un planteo escénico formal, que desde lo estético e ideológico, aportara a mantener viva la memoria de lo que fueron esos años de dictadura y exterminio, particularizando sobre la figura intelectual de Haroldo Conti.
Otra idea pilar fue la de capturar la intención que animaba a Haroldo como escritor, era la de escribir para rescatar a las personas, a los hechos y a las cosas del paso del tiempo y del olvido. Es la escritura la que posibilita ese salvataje, ese pasaje a otro nivel, donde la experiencia se desprende y se eleva, donde lo cotidiano asciende y se sublima.
Ese mismo universo ficcional de celebración en el cielo, que crea Haroldo a partir de la muerte de su tía y a través de su escritura, resistiendo los embates del tiempo y el olvido, en un determinado momento lo convocará a él mismo y lo alojará como una última morada.
G.A.: Su formación como psiquiatra y psicoanalista ¿de qué modo se traslada a la obra?
A.M.: Los conocimientos y el saber propios de mi formación en el campo de la salud mental me son muy útiles en distintos momentos del proceso creativo. Igualmente el trabajo en teatro es siempre inter y/o transdisciplinario; quiero decir que supera al objeto de una sola disciplina y se constituye uno nuevo, muy complejo y sensible por supuesto.
Igualmente diría que mi formación me sirve para pensar en la estructura dramática y psicológica de los personajes y poder realizar un trabajo de dirección profundo y consistente, que sostenga las zonas de actuación. Por otro lado enriquece mi lectura de los planos de la estructura de la obra, multiplicándolos y viendo como conviven y se interconectan unos con otros. (narración oral, actuación, imaginario, vincular, colectivo, etc) Y me sirve también como lector de algunas reacciones esperadas o descubiertas en el público a partir de las funciones.       
G. A.:  Marcelo: ¿Cómo es su personaje? ¿Qué quiere transmitir?
Marcelo Bucossi: Haroldo Conti es en sí mismo un personaje muy atractivo, con una personalidad multifacética y de una gran espiritualidad, que puede tanto permanecer un fin de semana pescando en El Tigre, acompañado por los isleños; o dar clases como profesor de Latín durante años; ser un activo militante de izquierda, preocupado por cuestiones políticas y sociales; hacer el guión de una película; recorrer las calles de su pueblo o bien enfrascarse en escribir una novela tan potente como Mascaró.
Por un lado era una persona cálida, que se caracterizaba por su gran simpatía, capaz de interesarse por la gente y de hacerse de amigos distintos en cada lugar; por otro, ya más consigo mismo, un ser sensible y melancólico que busca un lugar de pertenencia.
Y por último, ahora desde adentro de la obra, un hombre absolutamente comprometido con el contexto histórico que le tocó vivir, entregando no solo su obra sino también su vida.
Una de las cosas que más se rescatan en la obra de teatro, es el espíritu docente, ese afán de enseñar que lo animaba, y otra es esa sensación de no poder hallarse en Buenos Aires, sintiéndose un eterno forastero y esa necesidad única de reencontrarse en aquello simple y cotidiano, elevado a la calidad de metafísico.     
G.A.:  ¿Cómo se vive como actor el meterse en el personaje de otra persona?
M.B.:Con una gran alegría al poder vivir y ser parte del mundo de Haroldo Conti. Nunca antes me había tocado interpretar un personaje con nombre y apellido, y que al mismo tiempo me provocara tanta admiración y respeto.
Y tratándose en este caso particular de un trabajo muy rico, ya que es un extenso monólogo con múltiples matices: desde el humor más sutil hasta momentos hondamente dramáticos, desarrollado en complicidad con el músico, e integrando por momentos al público en el presente de la obra y en el pasado.
G.A. ¿Piensan llevar esta obra al interior de las provincias?
M. B.: Sería muy bueno poder hacerlo pero necesitamos presupuesto y organizar un circuito de gira. En principio el día 31 de agosto hacemos una función especial en la ciudad de Chacabuco, en el Teatro Italiano, reinaugurado hace muy poco; donde nos están esperando ansiosamente, dado que también es mi ciudad, y es el mismo teatro donde debuté a los catorce años y hay muchos amigos, compañeros y gente que conoció al escritor y a su familia.
Posteriormente presentaremos la obra al INT a fin de que consideren la posibilidad de incluirla en algún plan que nos permita mostrarla en las provincias.   
G.A.: ¿Qué días y en qué horario se representa la obra?
M.B.:Las funciones son los domingos a las 18 hs. en el Teatro Del Borde. Chile 630. Teléfono 4300-6201.

(Entrevista realizada el 14 de Agosto de 2012)

 

*Haroldo Conti: Nació en Chacabuco, Buenos Aires, Argentina, el  25 de mayo de 1925. Desaparecido y secuestrado en Buenos Aires el 5 de mayo de 1976.
Fue maestro de escuela primaria, novelista, empleado de banco, piloto civil, nadador, navegante, profesor de latín y guionista de cine argentino.

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