Bréve Anthologie de Luis Raúl Calvo

Edición bilingüe francais-espagnol. Editorial L´Harmattan (París, Francia)

Por NORA PATRICIA NARDO

La noche del 16 de noviembre de 2012,  nuevamente nos encontramos compartiendo la presentación de un libro del  poeta Luis Raúl Calvo, en esta oportunidad una  nueva Bréve Anthologie bilingüe francais- espagnol, publicada recientemente en Francia.
Luis Raúl Calvo  es  poeta y ensayista, autor y compositor de música, psicólogo. La celebración tuvo lugar en una bella noche de primavera, en un café del barrio porteño de Montserrat (Café “Montserrat”), en el ciclo literario “Antonio Aliberti”  que el poeta co-coordina hace veinte años, concurrido, en esta oportunidad,  por más de ciento treinta amigas, poetas, familiares, compañeras de ruta, artistas, escritores/as, actores, músicos, educadores, que desbordaron las instalaciones del lugar, acompañándolo en este nuevo logro y reconocimiento.
Quizás merece ser nombrado como Acontecimiento,  por lo que ha sucedido, por el sentido trascendente de ese encuentro.  Un hecho destacable que merece ser registrado. 
A través de la poesía, el grupo  de poetas franco-argentino “Travesías Poéticas” se unieron hace tres años en un espacio destinado al diálogo,  a la creación y apostando a la cultura. Para atestiguar dicho encuentro y la estrechez de las relaciones culturales, en 2011 se presentó en Buenos Aires, en la Alianza Francesa,  una muestra de poetas argentinos contemporáneos, libro publicado por la Editorial L’ Harmattan. Países tan alejados que se unen a través de la literatura, a través de la comunicación de poetas franceses y argentinos.
En este caso la Editorial L’ Harmattan de  Paris decidió y eligió para  dar difusión a través de esta “Brève Anthologie” al poeta Luis Raúl Calvo, porque “su  poesía es sugerente, perturbadora, honda, reflexiva, reveladora, trascendente, impregnada de belleza especial y original”.
Al decir de la Dra. Irena Harasimowisc-Zarzecka-, filóloga de la Universidad de Bucarest, Rumania- “Los poemas de Luis Raúl Calvo, brillantes en su falta de artificios gratuitos, pronunciados con inteligencia, y llenos de una filosofía heredada prudentemente, nos llevan  por encima de innumerables trampas y complicaciones de la existencia –en un juego escogido del espíritu  y del corazón-, desde un punto de vista personal hasta a uno social”.
Esta “Brève Anthologie”, fue traducida al francés por Ana Romano, revisada por Nicole Barrière y José Muchnik. La ilustración de la tapa es de la artista visual, argentina Adriana Gaspar.
En la contratapa del libro, el gran poeta español Antonio Gamoneda (Premio Cervantes de Literatura, 2006) dice: “ Me produce suma alegría el conocimiento de la poesía de Luis Raúl Calvo. Una poesía capaz de convertir el pensamiento reflexivo, incluso filosófico, en pensamiento  poético de profunda raíz existencial:”Un extraño pacto con la vida”. Le agradezco y lo felicito”.
Esa noche, las palabras de presentación estuvieron  a cargo del escritor  José Antonio Cedrón, la lectura de poemas en francés la realizó el poeta José Muchnik y en castellano el poeta Martín Andrade y también el autor.
La coordinación del encuentro la realizó el poeta Amadeo Gravino, con  la música y la voz de  Pako Rizzo quien interpretó para dar testimonio de esa noche el recordado tango “Anclao en París”, de Cadícamo y Barbieri.
A continuación, las palabras expresadas dicha noche por el  poeta José Antonio Cedrón:
“En la selección de estos poemas hay una línea, al menos para este lector, que trabaja con soltura. Es decir, hay una voz. Insisto, una voz. Esto alcanza para diferenciar aquello que se repite con movimiento de aspas en un segmento considerable de la poética que supera la última década. Producción que se agota en el juego artesanal de la escritura, que es como decir apenas una provincia en el territorio de la palabra. Pero la poesía no es “un texto”.
Lo anterior, porque a veces (un “a veces” cada vez más frecuente) llega nadie, y dice. Y en ese decir no hay nada que convenga a la emoción de un género tan personal que, paradójicamente (también con más frecuencia) acaba resultando obra de franquicia.
Y una estética que parece haber mutado hacia el feísmo, donde quien dispone de compañía es el asombro, si aceptamos cambios y ausencias de referentes que no hace mucho le eran propios.
En esta suerte de saqueo a la que estamos sometidos por obra de la fragmentación también se llevan las pertenencias de la poesía para venderlas por partes.
Ignorar estos asuntos sería como quitarle el tacto a la ceguera.
Lo anterior para entender el contexto en el que tiene lugar la responsabilidad poética de Luis Calvo. En ella el conocimiento no es sólo para el autor sino para los lectores (el otro de mí, el entre-dicho, el que articula el pasaje hacia otros decires, propios y ajenos).
En un presente de contenciones efímeras, provisionales, sus temas resultan perdurables.
En el trabajo de Luis Calvo hay un pendularismo entre la celebración y el acoso cotidiano que obstinadamente se yergue sobre esa posibilidad primera.
Por momentos se tocan (como sucede antes del poema), la zona es inevitable. No se puede ausentar el latido, la piel, la memoria y hasta la música de esa memoria que  la poesía; esto es, la vida, lleva a cuestas.
Es un sueño obstinado, imposible de traicionar, como la lengua materna, respira por ella.
Aquí hay sugerencias del ejercicio cotidiano y sus imágenes, parcas en ocasiones, podrían suponerse alejadas del lirismo.
De otra manera: esta poética reconoce una lectura menos convencional para su música.
Tal vez por eso los temas arman el mosaico de una respiración fragmentada por el tiempo y las circunstancias; la ruptura exterior cobra fuerza de vida al nombrarse en la escena del poema, en ocasiones con dureza dramática, por ejemplo, La Caída:
“Uno retiene las cosas/ para llamarlas por su nombre/
pero no es el nombre/ lo que predispone al vacío.
Uno precipita con sus ojos/ la caída del mundo/
para inventar otras regiones/ que nos devuelvan lo perdido.”
Si bien la nostalgia como cosa del sentir ha sido objeto de prejuicio y maltrato, aquí no sólo adquiere legitimidad sino que nos devuelve, sugerente (un diálogo entre la realidad posible y la imagen deseada), la evidencia de un sentimiento capaz de hospedar un eco de resonancia vital en el complejo tejido de la sensibilidad. 
Si el latido reflexiona precede al hecho poético que acepta como resultante de aquél.
En esos umbrales (en tanto escribe y es escrito) tienen lugar las tensiones, los conflictos, los duelos… Despliegan singularidades y subjetividades de la época que el autor no elude. Acepta y se interroga (coloquial, por momentos narrativo, sin implantes retóricos) sobre aquellos atributos imperfectos y plenos de lo amoroso de cada cual jugados en la intimidad de estos tiempos.
Porque aquí “No hay un orden” nos dice en Líneas de fuga.
Veamos: “No hay un orden/ cuya transparencia/
se someta a nuestro juicio.
Lo pensado o lo impensado/ lo abstracto o lo concreto/
son formas manifiestas/ de arribar a las desnudas/
curvas del deseo.”
En esos movimientos, a veces pareciera que el deseo sólo puede leerse escribiendo sobre aquello que lo niega.
Construcciones que fueron sacadas de las sombras y llevadas a la luz sin que la poesía se quiebre las piernas en ese recorrido.
En perspectiva, sus interrogantes nos recuerdan que una buena pregunta vale tanto como las respuestas que puede ahorrar.
Miradas diversas de una subjetividad cada vez más madura.
Lo que sobrevive es la memoria del tiempo donde tuvo lugar la vivencia. Denise Levertov citando a Rilke pensaba que los versos no son como creen algunos, sentimientos; se tienen “demasiado pronto” decía; son “experiencias”, decía.
Pero nada de esto contradice el gobierno de la emoción que privilegia a la poesía y cuyos componentes le son inherentes, ni contradice a Pound que suma la calidad de obligado para calificarla.

Digamos de nuestro lado que el universo autosuficiente y solidario de esta poética de Luis Calvo cumple con informarnos que no ha cambiado de domicilio. Es bueno saberlo.”
Muy lentamente nos fuimos retirando del lugar, con la seguridad de haber sido testigos de una noche trascendente para la poesía.

 

Los amantes

Dicha y ocaso, gravidez de los rituales.
Línea oblicua del amor en las maletas del viajero.
Los perros ladran su tormento en las trenzas de la dama.
Hueco de rencor, antiguos maleficios.
¿Quién ha robado los bastones del ciego
buscando luz en las tinieblas?
Nadie separa nuestros cuerpos de la tierra
pero ellos, los amantes, no esperan el orgasmo
para saciar su sed de cruzas elegidas.

 

Les amants

Bonheur et crépuscule, accouchement des rituels.
Ligne oblique de l’amour dans les malles du voyageur.
Les chiens aboient leur tourment dans les tresses de la dame.
Un creux de rancune, d’anciens maléfices.
Qui a volé les cannes de l’aveugle
en cherchant de la  lumière dans les ténèbres?
Personne ne sépare nos corps de la terre
mais les amants, n’attendent pas l’orgasme
pour rassasier leur soif de croisements choisis.

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