Boquitas Pintadas:Territorio de dolor Obliteraciones:Naturaleza Lábil Violencia Cero: Adriana Gaspar – Claudio Braier

Muestra realizada en el Espacio de Arte del Diario del Viajero

El corpus visual aquí expuesto, construye un entramado entre el campo conceptual y sus producciones. Estableciendo un fuerte vínculo entre la palabra y la imagen, visibilizando el estado de una sociedad violenta, presionada no solo por los preceptos patriarcales y burgueses, que deviene de varios siglos, sino también por aquellos mandatos que ejerce el mercado actual, imponiendo normas, estatutos de belleza, esos que nos asfixian, nos cosifican, restándole lugar a la diversidad, a la lucha por la igualdad, por la violencia de género y por otros tópicos que oscilan entre el deber y el querer, centrados en  una micro y macro sociedad que nos involucra a todos y del que nadie está  ajeno.

La esencia de estos conceptos constituye el discurso visual de nuestra obra y desde allí, en nuestro rol de artistas e investigadores, intentamos develar y construir un espacio que abrace nuestras utopías.

  Adriana Gaspar – Claudio Braier

Adriana Gaspar nos dice:
Boquitas Pintadas: Territorio de dolor, afronta su temática a partir de un análisis de micro y macro narraciones (tomadas de casos que constituyen la vida diaria)  construidas  entre cicatrices y omisiones históricas, sociales, culturales y políticas, las que cobran  fuerza a través de los distintos soportes que abraza mi obra (Cajas objetos, collages, instalaciones, dibujos, performance). Ellas  proponen desanudar los tejidos enquistados, en antiguos prejuicios, para levantar el telón de un escenario fecundo en  producciones  estéticas, actividades individuales, grupales y participativas.

Sembrar territorios de esperanzas es  oponerse  a circular junto a un público vacío, guionado. Transitar un sendero fértil, interactuar, reflexionar entre el artista, la obra y el espectador  es ofrendar nuestra tierra, nuestro cuerpo, nuestra historia. Es no detenerse, es no estar desatento ante un avance de desmantelamiento institucional, en el que se pongan en riesgo la libertad de ideas, de valores y de protección, de todo aquello que pretende enquistar esos  lazos de igualdad y equidad no solo en la sociedad  de nuestro tiempo, sinotambién en las venideras.

El proyecto  Boquitas Pintadas comenzó su génesis a fines del año 2014, cuando los femicidios comenzaron a formar parte de la agenda hegemónica que ofrecían los medios en sus distintos formatos. Aunque estos hechos, ya habían hecho su anclaje varias décadas atrás.

Desde mi rol de artista visual y crítica de arte, interrelaciono el género performático con la palabra oral, la imagen, el texto,  donde el cuerpo construye su identidad, conformando entre sí el soporte protagónico.

Este mapa conceptual, en cuyo lugar se ponen en juego mis producciones,  deja a las claras un accionar de compromiso y transformación en nuestros pensamientos, acerca de  los hechos de violencia que se suceden a diario, como así también sobre la homofobia que se ha instalado por estos tiempos en nuestro país, desde una perspectiva de clases sociales, religiosas, elección de género, es decir,  todo aquello que forma parte de nosotros mismos, de nuestra diversidad, a la que nadie está ajena. Nos debemos un  discurso auténtico que nos sacuda, que nos movilice, que ejerza en nosotros la voluntad de realizar ciertos replanteos, e inclusos, algunas  preguntas, las que nos debemos seguramente como sociedad.

 

 Dice Claudio Braier
“Maten a C.”

Esta fotoperformance del 2014 es una ficción de desaparición (tema que nunca deja de retornar) en  clave de humor negro. A partir de un “mandato” (que no se sabe de quién) dado a un objeto cotidiano, trivial, como es un cobertor de cama arma una estrategia para hacer desaparecer al protagonista.

 Muestra a la manera de fotogramas como se van abriendo los rombos del matelassé para que el trabajo de asfixia lo haga el relleno de guata durante el sueño del performer.

Este relleno cobra vida propia y va apoderándose de la cara hasta convertirse en una suerte de máscara mortuoria. Luego se va reabsorbiendo en la tela sin que haya señales de la violencia ejercida y de la existencia del personaje.

Muchas veces como artista uno no es totalmente consciente de sus producciones pero curiosamente se va entrecruzando con las realidades que tocan vivir y nos convertimos sin proponernos en artistas tristemente visionarios.

Adriana Gaspar y Claudio Braier  se han propuesto transgredir viejas normas y preceptos  – esos que  aún en este siglo permanecen vigentes-, desocultando desde su lugar de artistas la realidad de quienes aún, de una u otra forma padecen imposiciones heredadas, o son víctimas de  hechos en los que se ponen en riesgo la libertad del ser humano. La fotografía intervenida, las cajas objetos, el collage, las fotoperformance, las instalaciones y las técnicas mixtas han sido los soportes elegidos por los artistas para esta exposición, la que manifiesta un discurso comprometido en el que ética y estética transitan el sendero de lo cotidiano, en la vida de cada uno de ellos.

Generación Abierta
Noviembre 2017

 “Maten a C. Claudio Braier Fotoperformance”

Performer Adriana Gaspar. Reg. Fotográfico : Claudio Braier”

 

 

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