Entrevista a Laura Feinsilber

Por ADRIANA GASPAR

G.A.: ¿Cómo fue tu acercamiento a la crítica de arte?
L.F.: Mi marido estaba en este tema desde el año 1958. Cuando a él lo llaman de Ámbito Financiero para escribir sobre mercado de arte y convierte la página en mercado de arte y crítica de arte yo estaba al lado de él y al fallecer decido a raíz de un impulso vital seguir con esa tarea. Tuve la ayuda de una gran amiga que es Cristina Santander que me ayudó a organizar mi primera nota. En este momento me encuentro con que hace siete años que ejerzo esta disciplina semanal de escribir sobre las exposiciones más importantes que se pueden acercar a un lector como es el lector de Ámbito Financiero.

G.A.: ¿Qué cosas fuiste modificando desde entonces en la página?
L.F.: Uno va creciendo. No me quiero considerar una crítica, ejerzo la opinión, hago una narración de lo que veo, porque esto apunta a un lector que si no va a la galería de arte por lo menos debe estar enterado de qué se trata.

G.A.: ¿Cómo pensás que fue evolucionando el pensamiento de los críticos y artistas en estos últimos 15 años respecto a la obra de arte?
L.F.: Desde el mismo momento en que también se modifica lo que se llama obra de arte, también se modifica el pensamiento que tiene que estar acorde con los tiempos. Hoy hay un lenguaje menos florido, se va más a lo concreto de lo que se ve. Antes las críticas entraban en el terreno diríamos poético musical y eso hoy en general —salvo algunas excepciones— se ha dejado de lado.

G.A.: Contanos un poco tu impresión acerca de lo que está ocurriendo actualmente en Europa respecto a las exposiciones.
L.F.: No puedo hablar de Europa, sí de París donde pude visitar galerías importantes y de prestigio. No he encontrado nada realmente interesante. La gente concurre a los museos porque hay muestras importantes, tienen avidez de ver lo establecido. Pero si se trata de pintores franceses no he visto nada interesante. Lo que sí me gustó fue una muestra de artistas africanos contemporáneos que estaba exponiendo en el Instituto del Mundo Árabe. Esto fue lo que más me conmocionó.

G.A.: ¿Qué pensás que está pasando con los pintores de Francia?
L.F.: Creo que hay falta de creatividad, de empuje. Había mucha pintura abstracta, pero sin mayor contenido, son cosas que no conmueven.

G.A.: ¿Qué ocurre con los argentinos en Europa?
L.F.: Aquellos que están establecidos como Seguí o Le Parc siguen con su tarea, pero en general es muy vasto.

G.A.: ¿Hay posibilidades para que el artista argentino pueda mostrar su obra en el exterior?
L.F.: Bueno, eso depende mucho de las políticas culturales y eso en este memento es cero.

G.A.: ¿Cómo ven la pintura argentina en Latinoamérica?
L.F.: Yo creo que con gran respeto. Hay artistas argentinos que son muy conocidos y a los que se los respeta mucho como a Chab o a Polesello.

G.A.: ¿Por qué pensás que no hay un verdadero intercambio entre Latinoamérica y Argentina?
L.F.: Porque es una cuestión histórico-cultural. Un verdadero intercambio sería un fluir constante de obras. Esto tiene que ver también con las cuestiones aduaneras, burocráticas y con la falta de apoyo para mover una muestra.

G.A.: ¿Cómo ves a los jóvenes artistas argentinos?
L.F.: Creo que hay una grupo que ronda los treinta años y un poquito más que está haciendo una tarea. Por una cuestión generacional yo no me comunico con esa obra porque no participo generacionalmente de los códigos con que esta generación se mueve, pero responden a una sociedad, a una actitud generalizada de todo el mundo donde se han quebrado tantas barreras, donde no hay grandes ideales, donde hay una actitud escéptica, nihilista frente a la vida.

G.A.: Es interesante el hecho que destaques lo generacional ¿pensás que la obra de arte es generacional?
L.F.: Para juzgar esta obra yo no me siento representada. Lo que sí sé es que yo con esta obra no me comunico, quizá por una cuestión de sensibilidad, porque yo todavía creo que la obra de arte debe sacudirnos y esta no me lo produce.

Deja una respuesta