“El impacto de la Psicología Social”-en el Día del Psicólogo Social (25 de Junio), Prof. Héctor Dithurbide.

Si hablamos de Psicología Social en Argentina, inevitablemente debemos referirnos a uno de sus fundadores, Enrique Pichón Riviere. (Adamson 2005)

En adelante, pondremos énfasis en su vida y especial atención a los aspectos biográficos/institucionales como así también teóricos/epistemológicos. La obra de Pichón Riviere cuestiona las divisiones disciplinares y el espacio entre conocimiento académico y la práctica social.

Trataremos de ver brevemente algunos aspectos de los vínculos y de qué manera los abordamos hoy en día como Imaginario Social.

  • Aspectos Biográficos de Pichón Riviere

Enrique Pichón Riviere nace el 25 de junio* de 1907 en Ginebra. -Hoy, el 25 de junio es recordado como el día de la Psicología Social-. En 1910 su familia emigra hacia Argentina y se ubica en el noroeste argentino (Provincias de Chaco y Corrientes respectivamente). Crece en una familia culta proveniente del sur de Francia, sin embargo, se apropia de las culturas locales de los pueblos argentinos. Por lo tanto, desde los albores de su vida vivió marcado por la articulación de múltiples universos culturales como así también de diversos conocimientos prácticos y teóricos.

En 1926 ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires; en donde se recibe de Médico Psiquiatra en 1936. Su interés por el estudio de la tristeza lo motiva a seguir la formación Psicoanalítica para después llegar a la Psicología Social.

Se desempeña en instituciones psiquiátricas como el Hospicio de las Mercedes (hoy Hospital Borda) y el Asilo de Torres (hoy Colonia Montes de Oca). De esta manera comienza a esbozar un enfoque que trasciende al paciente, en principio desde dos aspectos; por un lado, incorpora experiencias y relatos familiares que los utiliza como trasfondo y así averiguar significaciones de distintos síntomas y por el otro, trata de integrar la experiencia grupal (juegos entre pacientes) y la relación paciente familia.

Por otra parte, Ana Quiroga (2010) menciona tres etapas del pensamiento Pichoniano:

La primera etapa, está caracterizado por el trabajo más psicoanalítico; en cuanto a la segunda y tercera etapa se inicia con la crítica de noción de “instinto” de Freud, que sustituye por el término “necesidad”.

Asimismo, la construcción de lo histórico social opera como conjunto de condiciones para la producción y desarrollo del sujeto en la misma medida que lo hace en función de la necesidad; ello no significa tomar lo social como causa sino como condición de producción y desarrollo del sujeto ya que considera a éste “Un ser de necesidades que sólo se satisfacen socialmente en relaciones que lo determinan” (1971).

En cuanto a la trayectoria institucional de Pichón Riviere, la misma da cuenta de los cambios de su pensamiento. Entre otros, uno de los grandes cambios lo tuvo en el Hospicio de las Mercedes en donde se desempeñaba como Médico Psiquiatra, había instituido un servicio para adolescentes, ya que pudo observar que estos pacientes estaban totalmente carentes de todo tipo de trato terapéutico (Oscar Elvira 2007: 671).

En 1953 funda la “Escuela de Psiquiatría Social”, el cual se coordina con el “Instituto Argentino de Estudios Sociales” fundado en 1955 en la ciudad de Rosario, se desarrollan investigaciones sociales y otros cursos de formación (Fabris 2007). Más tarde (Fabris 2009), habla del concepto de “Vínculo” y mejora  las ideas de Melanie Klein respecto de éste.

En 1967 la “Escuela de Psiquiatría Social” cambia a “Escuela de Psicología Social” y Ana P. de Quiroga asume su dirección; este hecho se desprende de la re conceptualización del pensamiento de Pichón Riviere en torno al E.C.R.O. y en dicha Institución se dictaron las clases que dieron origen a sus escritos acerca de Psicología Social. Su hijo Marcelo hacía referencia a que Pichón se comparaba desde lo actitudinal con Sócrates, ya que no escribía, sino que  hablaba para los que se reunían a escucharlo.

Para cerrar este aspecto biográfico, el valor que persigue su obra es el bienestar social entendido como un emergente del aprendizaje de distintos grupos sociales, en función de sus necesidades.

  • La Psicología Social en el diario vivir

No es fácil hablar de Psicología Social en el diario vivir, o para hacer referencia, a Pichón Riviere en la “Vida Cotidiana”.

Antes de adentrarnos bien en el tema definiremos algunos elementos, totalmente necesarios, para que este pequeño aporte no sean conceptos poco entendibles; concretamente definir y aclarar de qué otras ciencias se vale la Psicología Social.

Psicología Social:

“Es el estudio científico del modo en que los seres humanos nos percibimos, nos influimos y nos relacionamos entre nosotros”.

Sociología:

“Es la ciencia social que estudia la relaciones entre los grupos humanos”.

Psicología:

“Es la ciencia que estudia la conducta humana y los procesos psíquicos relacionados con ella”.

Asimismo, es fundamental mencionar algunas ramas de la Psicología que le sirve a la Psicología Social para su desarrollo, éstas son:

  • Psicología cognitiva
  • Psicología de la personalidad
  • Psicología de la conducta
  • Psicología evolucionista
  • Psicología educativa, entre otras

Estas disciplinas conforman la interdisciplinariedad de la Psicología Social. De la Psicología toma el psicoanálisis y concretamente el concepto de inconsciente, su idea de deseo que resignifica como necesidad; no en el sentido psicoanalítico sino como esa necesidad que se transforma a partir de la práctica social. Del mismo modo el psicoanálisis también le permite una comprensión más concreta de los procesos de cambio.

También las ciencias sociales le aportan la concepción que lo lleva a pensar al sujeto ubicado en una relación, en la estructura social y en la cultura a la que pertenece.

Por su parte, toma de la Psicología Social, básicamente las concepciones de George Mead y su relación a los aportes de la dinámica grupal, Wilfred Bion y su concepción de supuestos básicos, que es utilizado por los grupos como mecanismos de defensa y en relación a los aspectos teóricos y técnicos de la dinámica grupal a Kurt Lewin y sus seguidores Lippit y Wight.

Pichón Riviere adhiere al método dialéctico en su concepción de naturaleza, sociedad y al conocimiento como un proceso contradictorio y de cambio que implican irreversibilidad mediante saltos cualitativos.  

Ahora bien, ¿por qué definimos estas ciencias que acompañan y complementan la Psicología Social?; porque ésta atraviesa transversalmente nuestras vidas de manera permanente ya que vivimos en constante comunicación con el otro, y que no hay forma de no comunicar ya que es comunicándonos con el otro cuando vemos satisfechas nuestras necesidades.  

De esta manera, el hombre transcurre su vida en un continuo aprendizaje, desde su mismo nacimiento. Durante los tres primeros años las neuronas se multiplican constantemente a gran velocidad y es en ese proceso cuando se da la máxima receptividad y todos los datos que llegan al cerebro se clasifican y archivan de modo que estén siempre disponibles para lograr el aprendizaje.

En Psicología Social entendemos por aprendizaje la relación transformadora que ocurre entre el sujeto y el objeto de conocimiento. Continuando con la línea de Pichón Riviere, sujeto es aquél que está sujeto a su propia necesidad; en donde dicha necesidad se convierte en motor para cubrir esa carencia.

Entonces el hombre es un ser de necesidades y no hay nada en él que no sea producto de relaciones entre sujetos. Freud dice que deberíamos pensar la Psicología como Psicología Social debido a que no hay nada en el sujeto que no esté referido a otro; sin embargo, debemos hacer una distinción entre dos conceptos: Instrucción y Aprendizaje.

Instrucción: es un entrenamiento que requiere de la incorporación de datos mediante una mecánica que necesita de la memoria.

Aprendizaje: es conectar con estructuras de pensamiento para la construcción de una tarea totalizadora.

Para Pichón Riviere la condición de aprendizaje la podemos definir de la siguiente manera: “es una adaptación activa a la realidad con el fin de modificarla y modificarse uno mismo”

Ahora bien, esto lo practicamos desde el mismo nacimiento; es decir, el bebé transforma la necesidad de hambre en acción mediante el llanto, entones ya es protagonista; de esta manera transforma la realidad desde la carencia en satisfacción y la mamá al dejar lo que está haciendo y atender a su bebé también modifica activamente la realidad. Esta adaptación activa a la realidad se llevó a cabo mediante la vinculación.

Entonces la adaptación activa a la realidad es “ir resolviendo los problemas con actitud, mirada y lectura crítica”. Es decir, si frente al desafío que plantean los problemas que atravesamos a diario, desplegamos siempre los mismos recursos para sus soluciones, estamos frente a una adaptación pasiva, no activa y ello empobrece la vinculación con el medio y los otros.

El ser humano está incluido en todo aquello que interviene, de tal manera que cuando existe una tarea sin resolver, se genera al mismo tiempo una tensión o conflicto psicológico, como contrapartida, cuando se soluciona una tarea o un problema se resuelve una tensión y un conflicto psicológico.

El trabajo es en sí mismo una abstracción que no cura ni enferma, lo que cura y enriquece la personalidad son las condiciones en las que se realiza dicho trabajo y el tipo de vínculo o relación interpersonal que se tiene establecida mientras se trabaja.

La manera en que nos socializamos es a través de los vínculos; según la Real Academia Española definimos vinculo: “es la unión o relación no material que se establece entre dos personas” .   

Para Pichón Riviere la noción de vínculo es: ”una estructura compleja que incluye un sujeto, un objeto y su mutua interrelación con procesos de comunicación  y aprendizaje” (Pichón Riviere, 1988: p.42)

En función de la definición dada por quien nos convoca, al estudio de la Psicología Social, el hombre tiene vínculos primarios y secundarios.

El vínculo primario por excelencia es “La Familia”. El sistema de interrelaciones del grupo familiar sigue un modelo triangular básico: sujeto, madre y padre; luego los hermanos, dependiendo del sexo, se ubican en el contexto del imago materno o paterno. No hay duda que la familia es el primer lugar de interacción, donde se aprende a tratar con otros. Es a partir de allí donde nos proyectamos al mundo y además vamos resolviendo las situaciones que se nos presentan a diario en función de lo que fuimos viviendo en familia.

Por su parte, los vínculos secundarios son los que tenemos en la escuela, en los trabajos, sin embargo, llevaremos allí la matriz que hemos construido en los primeros vínculos, como dijimos, la familia.  

Ahora bien, todo ello y como hemos dicho más arriba se va logrando con una adaptación activa a la realidad; de esta manera se entiende el aprendizaje.

Todo sujeto, se enfrenta a situaciones nuevas que lo confrontan con toma de decisiones importantes; esas situaciones nuevas, dice Pichón Riviere, están revestidas por dos miedos básicos, y son el miedo a la pérdida (ansiedad depresiva) y el  miedo al ataque (ansiedad paranoide).

El miedo a la pérdida no es otra cosa que perder lo que tenemos, aunque esto no sea bueno; el tema es que sabemos manejarnos con ello y por una conducta inconsciente nos cuesta salir de ese lugar (resistencias) o desprendernos de esa situación, porque aprendimos a manejarnos.

El otro el miedo al ataque, toda situación nueva nos genera temor de no poder resolverla. En definitiva, se traduce como una amenaza a romper estructuras, que independientemente de ser buenas o malas, están.

Para la Psicología Social hay dos obstáculos muy importantes, a saber:

Epistemológico: que tiene que ver con lo que no sabemos.

Epistemofílico: que tiene que ver con lo emocional. Lo difícil de éste, es que muchas veces no nos damos cuenta y a ello sobreviene un bloqueo.

La falta de capacidad del sujeto de afrontar al objeto y llevar a cabo un aprendizaje reorganizador y superador del enfrentamiento angustiante, es un emergente de su relación con el objeto.

Incluir el proceso de aprendizaje en un período histórico cultural, significa que el sujeto es síntesis de una historia social e individual. Su conocimiento se organiza de manera discontinua, pero en forma sucesiva.

Este proceso conforma lo que Ana Quiroga llama “matrices de aprendizaje” (2003), en relación a los modelos con los que cada sujeto organiza y construye su universo de conocimiento y experiencia. De esta manera se organiza en el nivel psicológico, pero se sustenta en la infraestructura biológica, integrando de esta manera a los niveles neuronales, hormonales, emocionales, las múltiples relaciones sociales, entre sujetos, grupos y el mundo social en su conjunto.

De esta manera incluye aspectos de tipo, conceptuales, emocionales, simbólicos y también esquemas de acción.

Pero me gustaría retomar el concepto de vínculo al que más arriba hicimos mención. El término vínculo es conceptualizado por Pichón Riviere como “la forma en que una persona se relaciona con los demás estableciendo una estructura relacional entre ambos comunicantes que será única entre ellos dos”.

Dicha estructura marca la manera en que se va a interactuar, estableciendo las pautas comunicativas y conductuales en el contexto de la vinculación. El vínculo es un elemento fundamental para la supervivencia y la adaptación al medio tanto social como natural, dado que permite influir en el medio a la vez que se es influido por éste. La existencia de vínculo se debe principalmente a la capacidad de comunicación, a través de la cual establecemos contacto con otros y aprendemos en base a las consecuencias de nuestras conductas sobre ellos.

Según la teoría del vínculo, el mismo es bicorporal dado que a nivel físico son dos los elementos en contacto (el sujeto y el o los otros). Sin embargo, a pesar de ser dos seres los que interactúan, en todo vínculo o relación hay al menos tres componentes, a saber:

El emisor (YO)

El objeto (considerándose como tal, la persona o cosa con la que se produce la vinculación)

El ideal o fantasía (constituida por el YO sobre el objeto y que indica cómo vamos a relacionarnos con él)

Además, en toda vinculación existen las siguientes figuras:

Depositante (YO)

Depositario (el otro)

Depositado (contenido)

En lo que hace al acto mismo de la comunicación, Pichón Riviere parte de la creencia que toda comunicación se da en base a cinco principios fundamentales:

  • Lo social nos afecta y estructura desde dentro, formando parte de nuestro ser.
  • Las conductas que llevamos a cabo están determinadas por lo más interno.
  • Todo acto, incluso la ausencia de éste, son comunicativos.
  • Necesidad de dinamismo, apertura y adaptación mutua entre personas vinculadas.
  • Los individuos tratan en todo momento de comunicarse.

A la hora de establecer un vínculo, la interacción entre los elementos vinculados se da en un contexto concreto en el que se produce el intercambio; ese contexto recibe el nombre de campo psicológico y se trata del contexto en el que el sujeto se comunica con el medio.

Para finalizar el tema de vínculo, Pichón habla de dos tipos de vínculos; el vínculo sano y el vínculo patológico. Éste último no lo vamos a considerar en este artículo.

Un vínculo sano es todo aquel en el que el YO es capaz de utilizar estrategias para gestionar lo malo y conservar lo bueno de la relación, manteniendo una comunicación bidireccional eficiente y que ésta pueda ser adaptativa y en la que exista feedback, considerando el hecho que dicha comunicación permita la adquisición de un aprendizaje.

Al conjunto de ideas con las que convivimos y además nos vinculamos las denominamos IMAGINARIO SOCIAL y éste se nutre de creencias, mitos, utopías, y se va construyendo a través de mandatos culturales, familiares, lo que confluye en mandatos sociales que -juntamente con la maravillosa herramienta del lenguaje-, van pasando de generación en generación.

Es así que en la interacción con otros nacen las Normas, que nos enseñan de chicos qué está bien y qué está mal, a saludar, a pedir permiso, a reconocer el valor de la familia, de la lealtad, del estudio, de la vida, del trabajo; entones ese Imaginario del que hablamos antes se va adaptando a lo viejo y también le da forma a lo nuevo; por ello está en continua transformación.

Sin embargo, todo forma parte del imaginario social, así como también los gestos, porque también el lenguaje está relacionado con el lugar donde el mismo se lleva a cabo: el contexto. Todo ello está sometido a la crianza que nos fueron inculcando. Ello queda inscripto en el imaginario del Sujeto como que: “si elijo lo que esperan de mí, seré aceptado, de lo contrario seré rechazado” y el castigo puede tener dimensiones increíbles; a ello le podemos dar el nombre de mandatos y no es menos cierto que cuántas familias se enfrentan por no aceptar libremente la decisión de alguno de sus miembros. El Imaginario nos habilita para algunas acciones y al mismo tiempo nos prohíbe otras.

Por ejemplo, cuando le decimos a un nene: “no toques los enchufes”, si bien lo protegemos, al mismo tiempo lo estamos habilitando para tocar el resto de la pared. Si le decimos “no escribas la pared” pero le damos una hoja para que ahí sí pueda escribir, le marcamos el lugar donde pueden hacerse ciertas cosas como puede ser el caso de dibujar o escribir. Esto en psicología se conoce con el nombre de límite, por tanto; el límite está indisolublemente ligado a la cultura.

El límite no es una mala palabra, y al mismo tiempo no debe ser agresivo; el límite bien puesto abre camino a la socialización y a la salud y cuando decimos salud, hablamos de salud mental.

Tanto la filosofía, la ciencia, como así también diferentes descubrimientos van marcando nuestro pensamiento y los distintos períodos y culturas. La cultura posmoderna, contrapuesta a la modernidad, es la cultura del desencanto, el final de las utopías, de la ausencia de grandes proyectos que desembarcan en la idea del progreso moderno. Esther Díaz dice: ”La modernidad, preñada de utopías, se dirigía hacia un mañana mejor. Nuestra época, desencantada, se desembaraza de ellas”. Hoy todos los grandes relatos están en crisis.

Jean Baudrillard; sociólogo francés, en su estudio sobre la sociedad actual, nos habla de la diferencia entre disimular y simular. Lo primero es fingir no tener lo que se tiene, intentando pasar desapercibido. Quien simula aparenta ser quien no es, o poseer lo que no tiene, buscando crear una imagen de algo inexistente. El disimulo no cambia la realidad, sólo la enmascara, pero la simulación muestra como verdadero algo que no lo es. El problema actual es la simulación.

En el posmodernismo el pensamiento dejó de ser un valor supremo, ahora es un simple accesorio del cual puede prescindirse. Hoy en día los valores están muy distorsionados; se perdió en gran parte la cultura del trabajo, dejando de lado que con el trabajo se consigue la verdadera independencia y la injusticia social que se promueve desde los más altos lugares políticos, ha conseguido que hoy el trabajo sea menospreciado, convirtiéndolo en estigma de servidumbre, ya que es muy difícil aceptar lo que está impuesto y no lo que parte de la cultura.

Es así que hoy se debate entre posición y mérito, posición (también se lo puede llamar rango) es lo que se recibe; pero el mérito se conquista, vale por sí mismo porque es una síntesis de virtudes individuales intrínsecas. El mérito sigue la afirmación de excelencias. Si el mérito finaliza en creaciones geniales, las mismas son de todos los tiempos y para todos los pueblos.  Pero el lugar o rango muchas veces se convierte en premio a la complicidad.

Cada conducta humana responde a una clave que involucra al campo específico de toda investigación motivacional. Acerca de las razones de porqué una persona se comporta de tal o cual forma, ello responde a un factor direccional de una determinada acción. Luego nos encontramos con el hecho que el hombre persiste en una acción determinada por un extenso período de tiempo, aun cuando para ello se enfrente con todo tipo de dificultades; a esta característica de la conducta se la conoce con el nombre de factor de persistencia. Por otro lado, está la actitud del Yo frente a la determinación de la conducta y ese concretamente, es el factor de decisión.

En el momento en que nos preguntamos por qué asumimos determinado comportamiento, entramos en el plano de motivaciones, y éstas son fuerzas que empujan hacia la acción. Es mediante la motivación que nos acercamos a la comprensión de la conducta.

La conducta es siempre motivada y motivante; reacciona ante los estímulos externos de acuerdo con su propia formación biológica y el estado particular de su aquí y ahora como así también de sus procesos internos.

La motivación es la persistente actividad del organismo que planifica a través del aprendizaje, la comunicación y el comportamiento está dirigido a cumplir las necesidades.

El Yo se halla íntimamente ligado a un grupo con el sentimiento de pertenencia, disponiendo de un sistema de autovaloración con el que enfrenta su índice de realización y rendimiento, que dependen de factores sociales como así también situacionales, que los resuelve en un continuo estado de aprendizaje.

Finalmente me gustaría dedicar los últimos párrafos a los comportamientos violentos protagonizados por el hombre en estos tiempos. Si bien la violencia siempre existió y seguirá existiendo, porque es inherente a la conducta humana, hoy en día ha recrudecido por distintos factores, que nombrarlos, no es el objetivo de este artículo, pero sí tan solo mencionar como puede sobrevenir la misma.

La violencia se puede definir como una reacción ocasionada por la acumulación de frustraciones que, en un momento dado, por identificarse en un mismo conflicto adquiere carácter de agresión. Ésta, aunque se manifieste caóticamente, va precedida de una etapa de planificación y tiende a destruir lo que representa la fuente de frustración o de miedo, ya sea un objeto concreto o un símbolo de ese objeto; la violencia apunta siempre a una dirección: destruir.

Otro factor que alimenta la violencia es el permanente ocio, creándose un círculo vicioso con la frustración y este ocio también responde a una cuestión cultural  que está alimentada por la baja autoestima y por la falta de creatividad para combatirlo que con un Estado poco presente se ve acrecentado.

  • Conclusiones

En la actualidad toma forma con más fuerza el nombre y la obra de Pichón Riviere y qué se puede hacer con ella, seguramente hay muchos más, pero quiero mencionar dos aspectos:

En primer lugar: un enfoque desde lo psicosocial donde se relacionan conceptos de diferentes niveles y naturaleza; ello permite un acceso a la interdisciplinariedad de la teoría y la práctica.

Lo dicho se ve dinamizado por la conceptualización del aprendizaje y éste como un fenómeno de múltiples niveles y factores de organización; de esta manera anticipa 30 años o más a la irrupción de las ciencias en el marco de lo social.

En segundo lugar: la teoría resiste la prueba de aplicación a sí misma sin esconder sus componentes. Articula perfectamente con metodologías de investigación-acción proponiendo un criterio que guarda íntima relación con la operatividad.

Se persigue, en definitiva, el valor del bienestar social entendido como emergente del aprendizaje de grupos sociales, con relación a sus necesidades, la salud mental y al pleno desarrollo.

Héctor Dithurbide*

*Héctor Dithurbide: Profesor Secundario (Profesorado N°2 Mariano Acosta). Docente de física y matemática, se desempeñó en el nivel medio y terciario. 

Psicólogo Social (Primera Escuela Itinerante de Psicología Social).

* El Día del Psicólogo Social se celebra el 25 de junio por ser el aniversario del nacimiento de Enrique Pichón Riviere (1907-1977), padre de la Psicología Social Argentina.

Bibliografía:

-¿Qué es la Psicología Social? Adamson, G (2005).

-Teoría del vínculo. Enrique Pichón Rivere, selección y revisión Fernando Terragno.

-Primera escuela Itinerante de Psicología Social (2020)

-El proceso grupal. Enrique Pichón Riviere. (Nueva Visión)

-Psicología de la vida cotidiana. Enrique Pichón Riviere y Ana Quiroga. (Nueva Visión)

-Posmodernidad. Esther Díaz. (Biblos)

-La realidad como reflejo del misterio. Jean Baudrillard

– Las fuerzas morales. José Ingenieros, (AGEBE)

Luis Raúl Calvo

Nació en Buenos Aires, Argentina en 1955. Poeta y ensayista, Lic. en Psicología. Dirige la Revista Cultural “Generación Abierta”, (Letras-Arte-Educación) fundada en el año 1988 y que fuera ”Declarada de Interés Cultural de la Ciudad de Buenos Aires” en el año 2000, por la Legislatura Autónoma de la Ciudad de Buenos Aires. Desde el año 1992 dirige el Café Literario “Antonio Aliberti”, en el Café Montserrat, espacio de Arte y Literatura que ha propiciado la participación de más de 1000 escritores y 500 artistas plásticos de suma valía, del país y del exterior. Co-organizador del “Encuentro de la Poesía Argentina”, ciclo que se realizó de 1992 a 1996 en el Centro Cultural Catedral, en el Foro 2000 y en la Dirección General de Bibliotecas Municipales y que convocó a los poetas más representativos de nuestro país. Entre 1995 y 1997 coordinó los Talleres Literarios de las Bibliotecas “Evaristo Carriego” y “Guido Spano”, dependientes de la Dirección General de Bibliotecas Municipales. Co-organizador desde el año 1996 del ciclo “Poesía en la Calle”, evento realizado en distintas plazas de la Ciudad de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires, con la participación de poetas consagrados, poetas nóveles, artistas plásticos, músicos. De 1997 a 2001 tuvo a cargo la Promoción Cultural del Centro Cultural “Roberto Santoro”, dependiente de la Dirección General de Promoción Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Es miembro de la Asociación de Poetas Argentinos. Integró la Comisión Directiva de la Fundación Argentina para la Poesía. Colabora en diversas publicaciones del país y del exterior. Poemas suyos han sido traducidos al inglés, al francés, al portugués, al italiano y al rumano. Ha recibido diversas distinciones literarias. Forma parte del Inventario de Poetas en Lengua Española -segunda mitad del siglo XX- trabajo de investigación realizado conjuntamente por la Universidad Autónoma de Madrid con la Asociación Prometeo de Poesía, de España. Ha sido incluido en más de veinte antologías poéticas del país y del exterior. Forma parte del Breve Diccionario Biográfico de Autores Argentinos -desde 1940- realizado por Silvana Castro y Pedro Orgambide, Ed. Atril, 1999. Integra diversos sitios web de poesía. Libros publicados: - "Profane Uncertainties (Profana Incertidumbre)." , Autor, Genero: Poesía, Editorial: Cervená Barva Press 2010, Lugar Estados Unidos. - "Nada por aquí, nada por allá" , Autor, Genero: Poesía, Editorial: Ediciones Generación Abierta 2009, Lugar Buenos Aires. - "Nimic Pentru Aici, Nimic Petru Dincolo. (Nada por aquí, nada por allá)." , Autor, Genero: Poesía, Editorial: Editura Gens Latina 2009, Lugar Rumania. - "Belleza Nomade" , Autor, Genero: Poesía, Editorial: Ediciones Generación Abierta 2007, Lugar Buenos Aires. - "Tiempos Diluidos", Co-autor, Género: Poesía, Editorial: Ediciones Generación Abierta 2006, Lugar Buenos Aires. - "Bajos fondos del alma", Autor, Genero: Poesía, Editorial: Ediciones Generación Abierta 2002, Lugar Buenos Aires. - "Calles asiáticas", Autor, Género: Poesía, Editorial: Plus Ultra 1996, Lugar Buenos Aires. - "La anunciación de la partera", Autor, Género: Poesía, Editorial: Ediciones Correo Latino 1992, Lugar Buenos Aires. - "Tiempo dolorosamente resignado", Autor, Género: Poesía, Editorial: Ediciones Generación Abierta 1989, Lugar Buenos Aires.

Deja una respuesta