La Llave de la Caverna (Gianni Siccardi)

Sección de Poesía Antonio Aliberti

 

Nació en Banfield (Prov. de Bs. Aires), el 27 de septiembre de 1933. Falleció en 2002.

Libros publicados
Conversaciones (1962, Nueva Expresión)
Travesía (1967, Sunda)
Ella (1989, Ed. del sol)
Fragmentos (1995, Topatumba)
La soledad habitada (2011)

Premios y distinciones
2do. Premio Municipal de la Ciudad de Bs.As., bienio 1994/95 por “Fragmentos”

Revistas de poesía fundadas por el autor
Juego Rabioso (l960)
Baires (1963)
Sunda (1967)
Poemas (1987/88)

Traducciones
Eugenio Montale (1987, CEAL)
Salvatore Quasimodo (1988, CEAL)

Jurado
Jurado de poesía del Fondo Nacional de las Artes

 

Sueño Ritual

Ella duerme
y sueña conmigo.
Un sueño hermoso
en que le entrego un frasco.
Resplandece la atmósfera.
Muda escena
transcurre en un espacio
envuelto en luz dorada.

Oh, los sueños rituales.
Finalmente
despierta conmovida
estira el brazo y toca
la almohada solitaria.
Intemperie sin fin.
En la vigilia
ambos estamos solos.

Palabras Sueltas

Nunca escribí
un poema para vos.
Todos los poemas que he escrito
los he escrito para mí.

Falso.
Nunca escribí un poema para mí.
Nunca he escrito una palabra para mí
salvo en mi agenda
o en algún cuaderno.

En mi agenda
en algunos cuadernos olvidados
he escrito, sí,
muchas palabras para vos
para mí.
Palabras como piedras.
Pero no eran poemas.

Es verdad. Es mentira.
Quizá los únicos poemas que he escrito
son los que encuentro
en las palabras que he escrito
para vos
para mí.
Esas palabras que sólo leeremos
vos y yo.

¿Será verdad?
No lo se.
Nunca he estado seguro
de cuáles son mis poemas verdaderos.
Quizá mis poemas verdaderos
estén entre algunas palabras
que a veces encuentro en alguna agenda
o en un viejo cuaderno descartado.
Frases sin terminar
palabras sueltas.
Piedras.

Allí
fragmentado
en gotas
aquí o allá
está todo lo mío
está todo lo mío en vos
todo lo tuyo en mí.

Nunca uniré esas palabras.
Es bueno que queden allí.
Es bueno que nadie ordene
que nadie cambie esos mensajes secretos
las palabras que he escrito
y seguiré escribiendo
sólo para vos, para mí
o lo que es lo mismo
sólo para vos y para mí.

No se si seguiré escribiendo poemas.
No se
si me será dado escribir más poemas.

Pero es seguro que habrá otras palabras
escritas para vos solamente
para mí y para vos en mi agenda.

Quizá algún día pueda escribir un poema
tan verdadero
tan inocente
tan desnudo
tan explosivo
tan complejo y tan simple
como esas frases sin terminar
esas palabras sueltas
que cada tanto
descubro con asombro en mi agenda
o en un cuaderno descartado.

Es mi letra. La reconozco.
Pero no reconozco esas palabras.
Sólo signos o huellas
mensajes que yo no sabía que eran mensajes.
Pequeños
minúsculos fragmentos que están ahí.
Como piedras.
Y yo no sabía que eran piedras.
Si hubiera sabido que eran piedras
no hubiera podido escribirlos.
Cuando escribo una palabra
no sé que será sólo una palabra.
Cuando empiezo a escribir una frase que no termino
no sé que quedará sin terminar.
No sé que se convertirá en piedra.

Quizá algún día
escriba un poema sin saber que es un poema.
Quizá algún día
logre un poema
que se convierta en piedra.

 

Gianni Siccardi
(Del libro “La soledad habitada”, 2011)

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