Artes Visuales: Muestra de Adriana Gaspar, Museo de la Mujer Argentina, 26/04/2022
Registro fotográfico: Gabriela Martínez
MUESTRA DE ADRIANA GASPAR
Historias de mandatos y violencias
“Una obra de arte es feminista cuando problematiza y subvierte las
formas en que un texto o sistema de significación específico opera dentro de un
orden social dado, produciendo hegemonía u opresión”1
Griselda Pollock
El universo visual de Adriana Gaspar reúne varios escenarios que nos
permiten observar una investigación profunda respecto de diversas violencias
sistemáticas ejercidas en el cuerpo de las mujeres. Violencias que atraviesan
diferentes enfoques y que en muchos casos se encuentran naturalizadas, siendo
casi imperceptible el daño que proporcionan no solo físicamente sino en la
construcción de la autonomía de las mujeres.
Al sumergirnos en las obras de la artista, vamos descubriendo los diferentes
ejes que la componen y que se plasman en reflexivas series de collages,
fotografías y objetos. La vasta producción visual nos invita a desentramar los
elementos de tensión y opresión que se imponen sobre las mujeres.Es así como
nos adentramos en la serie de los vínculos, con mandatos y roles que refuerzan
los estereotipos de género. Las imposiciones que se ejercen en relación a la
mujer y la violencia que incluso se deja ver en sus cuerpos, son trabajados en
relación al matrimonio y la desigual relación entre hombres y mujeres. Para
poner de manifiesto este entramado, la artista hace especial hincapié en la
generación de mujeres de los años 20 y 30, generación que tenía muy incorporado
el estereotipo de la mujer abocada al escenario doméstico. Las historias que
nos relata Gaspar, nos referencian a Dora Barrancos2 cuando nos presenta
el rol asignado a las mujeres de aquellas décadas enfocadas en el ámbito
cerrado de los hogares y en las tareas de cuidado, poniendo el acento en la
posiciónde auxiliarrespecto de sucompañero varón o cónyuge. A través de un
mecanismo poético, Adriana Gaspar pone de relievela coerción que ejercía el
padre y luegoel futuromaridoen el ámbito privado. Coerción que dejaba en una
posición relegada y de sumisión a las mujeres y, por ende, alejada de la vida
pública. En esta narrativa, se presenta el velo que cubre el rostro de las
novias, no solo como un elemento material en los casamientos de la época, sino
como un mecanismo simbólico que evidencia la negación y ocultamiento de esta
realidad abrumadora. De igual manera, los rostros de los hombres, se encuentran
tapados como un ejemplo más de serialización, dejando al descubierto la marca
común que caracteriza la actitud patriarcal. Adriana Gaspar, pone en evidencia
este ejercicio de poder remarcando en sus collages las posturas, vestimentas y
accesorios que funcionan como aparatos de reproducción de desigualdades y
subordinaciones.
1 Pollock, Griselda (2013). Visión y diferencia. Feminismo, feminidad e
historias del arte. Buenos Aires. Fiordo No Ficción. 2 Barrancos, Dora.
(2008). Mujeres entre la casa y la plaza. Buenos Aires. Sudamericana
En esta escala de mandatos y roles también se ubican los estereotipos de
belleza, que imponen a las mujeres verse jóvenes y con cuerpos determinados que
encajen en ciertos formatos. La artista nos presenta el imaginario de
circulación de la época, a través de diversos fragmentos de fotografías e
imágenes de publicidad que deja entrever los cánones imperantes. Como nos sitúa
Esther Pineda3, las revistas; como medio de comunicación hegemónico de la
época, masificaron los ideales de belleza convirtiendo a la mujer en un
producto de consumo para el hombre. La violencia estética que se ejerce en el
cuerpo de las mujeres se evidencia al intentar adecuarlas a los cánones de
belleza que demandan cuerpos perfectos para ser usados y luego desechados. La
artista advierte la atadura de la mujer a estos mandatos y lo presenta en sus
diferentes trabajos, plasmándolo especialmente en la figura de los vestidos y
las marcas corporales. Estas marcas se observan en las quemaduras e incisiones
que bordean los cuerpos, pero también en las palabras que son un componente
recurrente en la obra de la artista. De esta manera, nos adentramos en las
huellas de una violencia que atraviesa, de manera salvaje y con exigencia, la
figura femenina. El consumo del cuerpo de las mujeres nos deja en la entrada de
otro conjunto de obras, que la artista nos revela con el eje de la trata. En
cada caja-objeto, evidenciamos la ausencia de los cuerpos y el reclamo o
denuncia por aquellas que no están. Adriana Gaspar nos invita a ver con cada
vestido o fragmento de tela, la innumerable cantidad de mujeres que padecen la
violencia extrema sobre sus cuerpos y deja en evidencia una amenaza que se
propaga de manera feroz. En este sentido, se hace presente la perspectiva que
Verónica Gago4 plantea con el concepto de geografía ampliada. Comprendemos
que la situación vivida en diferentes partes del territorio latinoamericano se
replica en el continente y nos pone en peligro a todas. Nos encontramos ante la
composición de un cuerpo común, que comprende el cuerpo de una como el cuerpo
de todas. La artista argumenta estas premisas a través de un mapa como marca de
la magnitud de los hechos, que desprende un recorrido como ruta de la
explotación y exterminio. En definitiva, Adriana Gaspar presenta historias que
nos atraviesan y nos ponen como protagonistas a las mujeres. Comprendemos que
estos relatos exhiben los roles y violencias que nos han moldeado, pero también
nos invita a desandar esas marcas y a derribar todos los mandatos.
Lic. Vale Zabala 2022
3 Pineda, Esther. (2020) Bellas para morir: estereotipos de género y
violencia estética contra la mujer. Buenos Aires. Prometeo Libros.
4 Gago, Gutiérrez Aguilar, Draper, Menéndez Díaz, Montanelli, Bardet,
Rolnik. (2018). 8M Constelación feminista ¿Cuál es tu lucha? ¿Cuál es tu
huelga? Buenos Aires. Tinta Limón